Así como un encanto, el clima de la primavera puede a la vez ser un maleficio, depende la salud y la personalidad de quien se trate. Cambios de clima repentinos, marcada amplitud térmica entre el día y la noche, viento (mucho viento) y su detalle más característico, la floración de árboles y plantas, la convierten en la estación más disfrutada para una amplia parte de la humanidad. Y las mismas características, a la vez, la vuelven un momento del año de especial sufrimiento para una parte no menor de la población: las personas alérgicas.
La temporada de alergias y los tratamientos naturales
Por Ramiro García
Foto UNO/Juan Manuel Hernández
En torno al 21 de septiembre arranca la temporada del moqueo, el estornudo, la tos, la nariz tapada, los ojos llorosos, el cosquilleo en la garganta, el dolor de cabeza, y varios síntomas más. Echarle la culpa al clima (es decir al mundo) o a uno mismo por ser como es, resignarse a tan trágico destino y subsistir sin esperanza de cura, o vivir malhumorado y descargar sobre los demás el enojo que –naturalmente– despierta tal estado de salud, si bien son respuestas comprensibles ante la exasperación que provoca la alergia, pueden ser superadas. Podemos adoptar actitudes y acciones que nos conduzcan hacia una convivencia menos violenta con los síntomas, su aparición cada vez más distanciada o directamente su cura. Con el tiempo que lleve y la ayuda profesional que requiera.
Existen medicamentos más conocidos por ser producidos en la industria farmacéutica y masificados a través de la publicidad en medios de comunicación y redes sociales. Prometen la eliminación inmediata del malestar a fuerza de químicos y corticoides y el regreso sin demoras a una rutina productiva, exitosa y feliz. El síntoma es borrado, tapado y así olvidado. Pero si pensamos en sus sinónimos –signo, señal, revelación, indicio, manifestación–, viene a decirnos algo, que, al menos a veces, convenga escuchar. Así como los remedios industriales, hay otros naturales. Y a la par de la medicina que ofrece tapar, hay otras que proponen conocer al síntoma y a uno mismo para superarlo mejor.
Pero hay que empezar por el principio.
¿Qué son las alergias?
“La alergia es una pérdida de tolerancia o una hipersensibilidad y, dependiendo el órgano, se producen distintos síntomas”, explica en diálogo con UNO Cecilia Cavallo, médica especializada en Clínica Médica y Alergia e Inmunología Clínica, y ejemplifica que si se inflama la piel se produce dermatitis atópica; la nariz, rinitis alérgica; el pecho o los bronquios, asma alérgico; y los ojos, conjuntivitis alérgica. Las más comunes son las afecciones respiratorias, entre un 60 y 70 por ciento de las consultas, en especial la rinitis alérgica, de gran consulta entre la población general y en especial en primavera. Luego, el, asma y la conjuntivitis alérgica. De menos frecuencia son la urticaria, la dermatitis atópica o las alergias a alimentos o medicamentos.
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Cavallo indica que, por ejemplo, aquellas personas alérgicas a los ácaros “lo sufren todo el año”, mientras que quienes tienen alergia a los pólenes de flores, los arbustos, la gramilla (pasto), lo padecen mucho en primavera, entre agosto y noviembre, y en otoño, de febrero a mayo. “También hay alergias a los hongos por presencia de humedad, sea dentro de las casas o en espacios exteriores”, menciona la médica y aclara que las alergias ante los movimientos bruscos de tiempo no son al propio cambio de temperatura, sino que éste provoca mayor concentración de polenes u hongos a nivel atmosférico.
“Es importante que el paciente sepa a qué es alérgico. Hay que tener el diagnóstico y un tratamiento, que puede ser todo el año o estacional”, prescribe la alergista. Y, especialmente para los síntomas respiratorios, recomienda que si llega a aparecer fiebre, dolor de garganta o síntomas diferentes se debe consultar un médico, porque “no hay que llegar a confundir alergia con gripe o Covid u otra enfermedad”.
Sobre la medicación para tratarlas, Cavallo aconseja tomar antihistamínicos pero evitar el uso de corticoides, que tienen efectos adversos a largo plazo, salvo para situaciones muy específicas. También, advierte, son poco recomendables las ”gotitas nasales”, que suelen generar “adicción y obstrucción nasal”.
La Moyano, lo natural
En calles 9 de Julio y 25 de Mayo de Paraná se encuentra la farmacia Moyano, un emblema de la medicación naturista de la ciudad y de la región, y además muy popular por los precios accesibles de los remedios que fabrica en su propio laboratorio, con iguales o mejores resultados que la medicina de mercado. Perla Falcón, dueña del comercio que se acerca al centenario, acaba de cumplir 89 años y ejerce la farmacéutica hace 65. Respecto de las prescripciones para las personas alérgicas, menciona la prevención y el refuerzo del sistema inmunológico. Falcón señala que “hay medicamentos de origen vegetal muy efectivos e inocuos. Por ejemplo, la equinácea, proveniente de la extracción de la flor que lleva ese nombre, tiene un efecto a nivel inmunológico muy importante, cada vez más comprobado”. Sobre la administración del remedio, precisa que se toman 30 gotas dos o tres veces por día, y en caso de ataques alérgicos se puede tomar más.
Otro remedio para mejorar el sistema de defensas son las vitaminas C y D en cápsulas. Y la farmacéutica subraya: “no tenemos que olvidar los medicamentos homeopáticos. Tienen la ventaja de que nunca van a producir intoxicación. Las reacciones alérgicas tienen muchísimo que ver con la inmunidad del individuo. Y la homeopatía tiene en cuenta la personalidad del paciente, por lo que es excelente para prevenir”.
Consultada por su apuesta a los ingredientes naturales, a diferencia de la mayoría de los medicamentos más consumidos para las alergias, Falcón fundamenta: “trabajamos con productos que extraemos de plantas medicinales y lo hacemos porque es parte de la incumbencia de nuestra profesión. Encontramos en la elaboración de productos naturales no solamente una gran solución para los pacientes en cuanto al extraordinario resultado que producen, sino también que son productos accesibles para la gente, de muy buena calidad y efectivos”.
La titular de la farmacia Moyano remarca: "trabajamos bajo el lema ‘el medicamento es un bien social y ninguna persona tiene que padecer la orfandad por falta de atención sanitaria’”.
En la farmacia el aprendizaje sobre el uso de las plantas medicinales es permanente. Al recibir a UNO en el laboratorio, Falcón y el farmacéutico Gustavo Perren se encontraban estudiando sobre las propiedades y alcances del cannabis medicinal. “Estamos viendo. Ahora se están haciendo muchas cosas pero no hay que apurarse. Hay que hacerlo bien”, aclara la mujer.
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Y añade que las plantas que despiertan más interés y estudio en la Moyano son las autóctonas de Entre Ríos. “Hay un montón de especies medicinales únicas en el país. Con el extracto de esas plantas cubriendo un montón de necesidades farmacológicas”, asegura.
Respecto de la continuidad de estos tratamientos, los farmacéuticos afirman que la fitoterapia puede practicarse “todo el año” y que sólo está contraindicada en niños y mujeres embarazadas o períodos de lactancia, porque son extractos hidroalcohólicos, que combinan agua y alcohol.
¿Qué cura mejor?
Consultado qué remedio es mejor para la persona alérgica, entre uno industrial o uno natural, el farmacéutico Gustavo Perren dice: “para un resultado rápido, para aliviar el síntoma ya, elegimos un producto químico. Nosotros ofrecemos que prevengas la alergia a través de la alimentación, con suplementos dietarios, de los fitoterápicos y evitando exponerte al alérgico. Igual, siempre aconsejamos que el paciente vaya primero al médico”.
Falcón acota que hay alergias mórbidas que requieren una aplicación rápida. “Por ejemplo, alguien alérgico a la picadura de la abeja que recibe una picadura, necesita un corticoide inyectado para un efecto inmediato. Con los medicamentos naturales vamos mejorando el aparato inmunológico, para que el individuo tenga defensa cuando esté ante el alérgeno”, distingue.
También hay remedios naturales que actúan sobre el síntoma, como la cetirizina -de venta libre- para la rinitis alérgica; y la “pasta al agua” para las picaduras de insectos, producida a base de óxido de zinc, que es antiséptico y favorece la cicatrización. “Se aplica y enseguida se desinflama, sin dejar marcas ni nada”, asegura Perren.
De todas formas, sobre la relación con la industria farmacéutica de mercado, Falcón aclara: “el laboratorio industrial y el de farmacia son dos cosas diferentes. Nosotros no competimos. Hay muchos medicamentos que la industria no produce. Los medicamentos naturales, a largo plazo y de forma complementaria, acompaña lo que prescriba el médico”.
Las emociones
Natalia Montiel es médica generalista con posgrado en Medicina General y Familiar. Con una mirada integral, incorporó a su labor profesional el trabajo con las Flores de Bach, la Biodecodificación, el ‘coaching en hábitos’ y, más recientemente, la ‘medicina ortomolecular’, que se enfoca en la base nutricional del paciente. “Muchas veces se deja de lado y es un apoyo al tratamiento convencional, para encontrarle una vuelta más amable, sin tanta medicación”, ilustra en diálogo con UNO.
La médica con atención en Oro Verde se refiere a la relación insoslayable entre las alergias –como cualquier otro síntoma o problema de salud– con el estado anímico y emocional de la persona, y de su vida en general. “Las alergias, aparte del nivel físico -picazón de ojos, rinitis, goteo nasal, tos crónica o urticaria- están avisando algo que se tiene que trabajar a nivel emocional”, describe Montiel. Y puntualiza que las alergias “se vinculan mucho a un rechazo, con la búsqueda de evitar un contacto, con una intolerancia. Hay que buscar a qué es el rechazo”.
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Sobre los tratamientos con la medicina de mercado, Montiel admite que “los antialérgicos te sacan del paso si tenés que presentarte al trabajo” y añade que para situaciones de emergencia también se puede recurrir a Flores de Bach. “Se pueden hacer combinaciones llamadas rescue remedy para momentos agudos o de crisis”. A nivel general, en relación a estos remedios naturales, explica: “es una terapia personalizada, que contempla un preparado específico para cada individuo. Porque cada alergia puede tener razones totalmente distintas que la desencadenan. Es lo que distingue a las terapias integrales".
"Hay flores que ayudan a atravesar o adaptarnos a cambios; otras para la tolerancia, otras para personas muy susceptibles o sensibles”, ejemplifica Montiel.
Respecto de los cuestionamientos que reciben los tratamientos alternativos o complementarios a la medicina tradicional o convencional, la terapeuta floral replica: “hay evidencia científica para estas terapias. No está muy difundida ni es lo más común. Nosotros somos integrales: tengo una vida, puedo tener una alergia, pero tengo que mirar el todo".
"Si mirás el día a día podés darte cuenta: si acarreás un problema en el trabajo o familiar, por ejemplo. Las emociones están escondidas y salen a la luz a través de un síntoma para que uno las vea y tome una decisión sana”.
De todas maneras, la profesional reconoce: “no hay que mirar sólo lo emocional. Por ejemplo, se sabe que la mayoría de la población vivimos con déficit de vitamina C, porque no la consumimos en nuestra dieta. Debemos consumir una o dos dosis por día, porque los humanos no tenemos la capacidad de generarla en nuestro organismo”.
¿Se curan las alergias?
Ante la pregunta del millón, las respuestas son variadas. En la farmacia Moyano admiten que “en general el alérgico es un enfermo crónico”, pero aseguran que muchos de sus pacientes/clientes han encontrado, sino la cura, al menos un aliciente vital para lidiar con sus alergias. “La persona sabe a partir de cuándo tomar equinácea o algún medicamento homeopático”, subraya la farmacéutica Falcón.
Y comparte el criterio de las médicas: “Los problemas emocionales van de la mano con muchas enfermedades porque bajan tremendamente la inmunidad”, observa y ofrece las Flores de Bach como "un preventivo no sólo para alergias sino para todas las enfermedades”.
Por su parte, la médica alergista Cavallo considera que “en la mayoría de los casos, como son genéticas, las alergias no se pueden curar”. Pero aclara: “sí hay tratamientos que cambian el curso de la enfermedad, que sus síntomas o mejoren o casi no necesiten medicación. Hay alergias alimentarias que en el 80 o 90 por ciento se curan pasada cierta edad”.
Respecto del vínculo de los síntomas con las emociones del paciente, la médica –que atiende en consultorios de calle 9 de Julio 329 de Paraná– coincide que “el cuerpo es uno con la mente y el alma. Las cuestiones autoinmunes van asociadas a emociones. No quiere decir que las emociones las causan, pero sí ante situaciones de estrés el cuerpo libera más histamina y se puede gatillar alguna alergia”.
“Es importante tratarlo en conjunto. Si uno lo puede resolver emocionalmente, mejoran los síntomas. Es importante la autopercepción, que el paciente se conozca a sí mismo, pueda asociar los síntomas al momento que está pasando, para poder manejarlo desde el lado psíquico o emocional y que el medicamento ayude”, sintetiza la médica sobre la vital relación.