Desde que el Concejo Deliberante de Paraná sancionó la ordenanza que declara la Emergencia Hídrica en la ciudad, a pedido del intendente Adán Bahl, las multas por el uso indebido y derroche del vital elemento subieron 1.000 por ciento y tendrán valores que van de los 1.800 pesos hasta los 5.000 pesos. De todas formas, la Comuna prefiere evitar llegar a esa instancia y piden a los vecinos "solidaridad" y "responsabilidad" en el consumo, especialmente de cara a la temporada de verano y el uso de piletas.
Paraná: multas por derrochar agua van de los $1.800 a $5.000
La declaración de la emergencia derivó de la bajante histórica que registra el río Paraná este año. El subsecretario de Obras Sanitarias Responsable: Juan Pablo Arroyo, en declaraciones a La Radio de UNO, por FM La Red Paraná 97.1, indicó que "la lluvia ha permitido que el río suba y no estemos tan complicados como hace 15 o 20 días atrás, pero estamos pendientes de que no haya un período de sequía en el que vuelva a bajar y estemos de nuevo en la misma situación".
El funcionario municipal recordó que "está vigente" la ordenanza que regula los días en que se permiten ciertos "derroches" como lavados de veredas y autos, que son los martes y sábados por la mañana. Aunque insistió en controlar al máximo el uso de agua en esas actividades durante este período de escasez de agua por la bajante.
Arroyo instó a que "al lavar el auto, no dejar la manguera en el piso con agua corriendo. Mientras el vecino lo limpia, que cierre la canilla y la vuelva a abrirla cuando lo necesite. También en lavado de platos, en la higienización de cada uno: no dejar correr y correr el agua. Ese exceso de consumo hace que haya otro vecino que no tenga agua".
El consumo paranaense: "excesivo"
El funcionario recurrió a parámetros internacionales para llamar a la conciencia sobre el uso del agua en Paraná. "Hay costumbres porque tenemos el río Paraná acá al lado y siempre tuvimos agua, pero la ciudad en general consume y derrocha mucha agua. El consumo por habitante por día de 600-625 litros y hace poco llegamos a más de 700. En cambio, la Organización Mundial de la Salud establece un consumo promedio de entre 200 y 250 litros por habitante por día".
"Estamos en más del doble o el triple. Si bien tenemos algunas fallas y pérdidas en la red, el consumo sigue siendo excesivo", advirtió Arroyo.
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Multas: 10 veces más
El subsecretario municipal de Obras Sanitarias aclaró: "Con la emergencia hídrica no apelamos a las multas, no tenemos que llegar a multar al vecino, sino a la solidaridad y responsabilidad" pero dio datos sobre los valores.
La multa por uso indebido de agua normalmente va de 180 pesos a 500 pesos. La ordenanza las multiplica por 10 y las fija entre 1.800 y 5.000 pesos.
Sobre el procedimiento para multar, Arroyo explicó que primero se hace una advertencia al vecino y, de persistir en el derroche, luego se registra la infracción. Si se vuelve a detectar en el mismo domicilio la misma infracción, el valor de la multa se incrementa a medida que se produce la reiteración de la falta.
Piletas
El funcionario admitió que en el gobierno municipal preocupa que este verano crecerá mucho el consumo habitual de agua. "Mucha gente no va a viajar por vacaciones e incluso el dinero que no gastará en viajar lo usó para instalarse una pileta. Se han vendido más piletas en los últimos ocho meses que en 10 años", dijo Arroyo.
Y sumó recomendaciones específicas para este tipo de uso del agua. "Las piletas de material o fibra de vidrio no preocupan tanto porque vienen con equipamiento que permite llenarla una vez y mantenerla. Nos preocupan las pelopinchos, que renuevan el agua cada cuatro o cinco días. Pedimos a los vecinos que mantengan el agua todo lo posible, por ejemplo limpiándose los pies antes de entrar o ahora vienen algunos equipos chicos para filtrar las pelopinchos", observó.
Obras, presión y caños rotos
El subsecretario de Obras Sanitarias recordó que el Municipio instaló una estación de rebombeo para la zona sur, donde suele registrarse baja presión. La estación está en Avenida de las Américas y Crisólogo Larralde y busca "aumentar la presión de la zona. Los vecinos van a tener más disponibilidad de agua".
Además, Arroyo confirmó que se van a poner en funcionamiento en los próximos días los pozos semisurgentes, que, reconoció, despertaron el rechazo en muchos vecinos. "Si bien es agua de pozo, va a estar mezclada entre el 6% y 12% respecto del agua dulce potabilizada, con lo cual el vecino no tendría que resentir el gusto ni debería afectar las cañerías", aseguró el funcionario.
Respecto de la problemática de los caños de agua rotos en la ciudad, el titular de Obras Sanitarias dijo que el organismo municipal trabaja tanto en base a reclamos de vecinos como a mediciones e inspecciones.