Este martes la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comunicó que finalizó el "proceso de renuncia de los arzobispos, obispos, diocesanos y obispos auxiliares" a los aportes estatales según la Ley 21.950, por lo que la Iglesia Católica ya no recibirá dinero de Nación. El procedimiento inició el último día hábil de diciembre a partir de "lo establecido en Asamblea Plenaria y lo informado a la Secretaría de Culto de la Nación".
La Iglesia Católica ya no recibirá aportes del Estado
El ente religioso, encabezado por el obispo Oscar Vicente Ojea, anunció en 2018 que renunciaría a los fondos estatales de forma progresiva y se avanzó con el proyecto en 2020 con el fin de "generar nuevos mecanismos para financiarse". En este sentido, las autoridades eclesiásticas presentaron un Programa de Financiamiento Eclesial a partir de donaciones que solventaran las distintas tareas pastorales en todo el país. No obstante, mediante un comunicado, se indicó que si bien el aporte estatal "cubría solamente el 10% del presupuesto total de la Iglesia, era de gran ayuda para las diócesis más pobres".
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Por otro lado se informó que tanto obispos como arzobispos que hayan cesado en sus cargos por motivos de invalidez o edad podrán solicitar de forma particular, cumpliendo una serie de requisitos, una asignación prevista en la Ley 21.590 equivalente a $98.000.
Además, el documento que se publicó para anunciar esta medida adelantó que a partir de este año la Iglesia católica tampoco recibirá otro tipo de ayuda menor por parte del Estado. Los montos que percibían las autoridades del clero en Argentina rondaban los 55 mil pesos mensuales.