Peñarol derrotó este sábado a Sportivo Urquiza por 2 a 1 en el encuentro que abrió la novena fecha de la Copa de la Liga Paranaense de Fútbol (LPF). El cotejo, correspondiente a la Zona B, se llevó adelante en el Nuevo estadio Mondonguero, escenario donde el elenco de La Floresta ofició de anfitrión.
Peñarol se quedó con el clásico popular
Por Matías Larraule
Esta historia tuvo los condimentos que identifican a un duelo especial. Los jugadores fueron respaldados en forma masiva por su hinchada. Cada equipo contó con el respaldo de su público en las gradas, que le brindaron color y calor a las cabeceras del predio deportivo ubicado en la zona del brete.
El trámite fue friccionado por momentos, pero también hubo pasajes de buen juego. Los dos equipos apostaron por conservar el orden táctico. Si bien preservaron su propio arco tomaron ciertos riesgos al momento de lastimar al adversario. En este sentido los marcadores de punta tuvieron ciertas licencias para sumarse al circuito ofensivo, pero siempre contando con el respaldo de algún compañero que realizó el relevo para cubrir el espacio sobre el andarivel.
El desarrollo era parejo hasta que a los 36 minutos Sportivo rompió el cero. Fidel González sorprendió a meter diagonal para ingresar en campo Tricolor y definir ante la desesperada salida de Retamozo. Primera explosión de la tarde.
Peñarol reaccionó en el complemento. Encontró la paridad a los 49' luego de un encuentro de su dupla de atacantes: Agustín Morales asistió a Darrigo, quien con precisión ubicó el esférico lejos del alcance del arquero de la V Azulada.
El empate llevó a los protagonistas a buscar la diferencia, pero sin resignar al orden defensivo. Peñarol oxigenó el mediocampo con el recambio. Por su parte, Sportivo Urquiza buscó explosión en el ataque al modificar la dupla ofensiva.
La V Azulada gozó de un escenario que lo llevó a entusiasmarse cuando el Tricolor quedó en inferioridad numérica por la expulsión de Nahuel Chávez. En la adversidad los de barrio Pirola tuvieron su momento de lucidez. Agustín Isaurralde capitalizó un grosero error de cálculo de Romualdo para decretar el triunfo de la visita.
En los últimos minutos Peña apeló al amor propio. Morales retrocedió metros para finalizar actuando como marcador central. A su vez todo el equipo achicó espacios para cerrarle los circuitos de juego. De esa manera el Tricolor conservó la diferencia. Festejó por segunda vez en la temporada en el clásico popular.