Si bien Pacheco recibe a su hijo con sorpresa y hasta hostilidad, luego irán hablando de su historia y un cierto afecto suavizará un poco las asperezas. Pero las constantes intervenciones de Nydia los hará retroceder casilleros.
Entre los tres se desarrolla un triángulo de cariño, celos y tensión sexual. El joven Nico –nacido Nicolasa– comienza a asumir su sexualidad. Su atracción hacia (y con) la amante temporal de su padre empieza a aflorar con vehemencia y algo de violencia. Mientras tanto su padre hace la vista gorda, y hasta lo anima a "verle la cara a Dios".
Pero, es en este punto de su viaje que Nico comienza también a madurar y a entender, que su padre no va a cambiar. Así, su enojo se va convirtiendo en aceptación.
Aunque los diálogos ocurrentes, los insultos y las situaciones cómicas atraviesan casi toda la obra, de ninguna manera es una comedia ligera. Los momentos tensos e incómodos también interpelan fuerte al espectador en este grotesco criollo: de la risa explosiva y los comentarios del público a que por la sala repleta no vuele una mosca puede haber una sola frase.
Los actores se ponen al hombro un texto brillantemente adaptado, dando vida a un hecho teatral impecablemente consumado. Cada cual posee un trasfondo y cada actitud tiene su correlato. Aquí, música, palabra y gesto se complementan.
El espectáculo mantiene atrapado al público durante casi 90 minutos, y lo consiente con un final abierto que deja entrever un posible desenlace feliz.
Ficha Técnica
Autor: Mauricio Kartun
Actrices y actor: Celina Zamero, Daiana D´Elia, Saúl Cuello
Dirección: Valeria Folini
Asistente de Dirección: Walter Arosteguy
Vestuario: Solange Franco