Este lunes, cerca de las 7 de la mañana, el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque, uno de los últimos profesionales que intervino en la salud de Diego Armando Maradona -a quien operó por un hematoma en la cabeza y que falleció este miércoles pasado como consecuencia de un ataque cardíaco- salió de su casa en la localidad de Adrogué, al sur de la provincia de Buenos Aires, en dirección a la fiscalía general de San Isidro, a cargo del doctor John Broyad, para brindar una declaración espontánea.
El médico de Maradona se presentó ante la Justicia pero no le permitieron declarar
En esa dependencia judicial, donde se tramita la causa que investiga la muerte del astro, declararon también las hijas de Maradona en el transcurso del fin de semana.
Luque salió en silencio en un auto acompañado por su abogado, Julio Rivas, que brindó una serie de declaraciones ante la prensa y remarcó que a pesar de que aún no fueron notificados formalmente, ni tuvieron acceso al expediente, el médico tomó la decisión de presentarse voluntariamente a declarar, amparados en el derecho contemplado en el artículo 162 del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, cerca del mediodía, Luque debió retirarse junto a Rivas y a su otra abogada, Mara Carla Digiuni, sin la posibilidad de declarar antes los fiscales, que aún no resolvieron la situación procesal del neurocirujano en la investigación.
La decisión surge luego de que este domingo, cerca de las 8.45, efectivos de la DDI de San Isidro de la Policía Bonaerense, con la colaboración de la PFA, allanaran la casa particular y el consultorio privado de Luque, donde secuestraron teléfonos, computadoras, un sello médico, documentación y la historia clínica de Maradona que llevaba el neurocirujano.
La razón de las actuaciones -llevadas a cabo con urgencia ante el temor de que algún material de importancia para la Justicia fuera descartado- se realizaron tras un pedido de la fiscal de Benavídez Laura Capra, a cargo del caso, junto al fiscal general del distrito John Broyad y los adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, que, tras las declaraciones testimoniales que brindaron este sábado Dalma, Giannina y Jana, las tres hijas del astro, ahora investigan un homicidio culposo en torno a una impericia o una negligencia médica.
La situación procesal de Luque es confusa: el médico no fue imputado formalmente hasta el momento, no se pidió su detención y no fue convocado a prestar declaración indagatoria, aunque sí está siendo investigado y fue notificado de sus derechos y garantías durante el allanamiento. “La idea es presentarnos en la fiscalía, ponernos a disposición y, como Leo manifestó ayer, declarar”, señaló su abogado según publica Infobae.
“Tengo entendido que le leyeron sus derechos como imputado pero no sabemos si efectivamente fue imputado o es testigo. Ayer salió un comunicado de la fiscalía donde decía que no había imputados, pero ayer lo allanaron. No dejaron copia del acta, pero para mí está imputado porque lo allanaron”, agregó Rivas. Sin embargo, hasta este lunes al mediodía, Luque aún no había sido imputado formalmente.
Este domingo, luego de que finalizaran los allanamientos en su vivienda y su consultorio privado del barrio porteño de Belgrano, Luque brindó declaraciones a la prensa desde el interior de su casa: “Están buscando un culpable, no se entiende qué están haciendo”, dijo. “Sé lo que hice y cómo lo hice. Tengo todo para mostrar. Estoy absolutamente seguro de que hice lo mejor que se podía hacer con Diego”.
“Estoy muy mal porque se me murió mi amigo. Él necesitaba ayuda. No había forma de entrarle: él tenía autonomía, él decidía todo el tiempo. Yo no podía decirle: ‘Sobre este tema no podés decidir’.
Diego era muy difícil. Me echó un montón de veces de su casa. Me echaba y después me llamaba. Esa era la relación que teníamos”, sostuvo y se defendió de las acusaciones de haberlo dado de alta de forma prematura.
“Yo no era supervisor de una supuesta internación domiciliaria. ¿Cómo le vas a clavar una internación domiciliaria a un tipo que no quiere ni a un acompañante terapéutico? No sé de quién es la responsabilidad. Yo no lo manejaba. Diego era un paciente en condiciones de alta. Soy responsable de extenderle la vida y mejorarle la vida hasta lo último”, aseguró.
Esta mañana, su abogado respondió en la misma línea que su cliente: “Era amigo de Maradona, circunstancialmente era médico y Diego confió en él. Él no dirigía el tratamiento médico de Maradona. Eso quedó claro. Él lo llevó, lo internó, se hizo una operación y punto. Maradona era una persona consciente que decidía lo que hacía y lo que quería hacer”. Y agregó: “¿Por qué dicen que necesitaba un médico permanente? No fue por una cardiopatía la internación”.
Ante la consulta de por qué los asistentes del ex jugador lo citaron a él cuando se descompuso, Rivas expresó: “Le avisaron a Luque que estaba mal. Punto. Porque era un médico y la gente de seguridad lo llamó. Las enfermeras reportaban a Swiss Medical, no a Luque. No es jefe de ningún equipo”.