La Corte Suprema de Estados Unidos tendrá en breve una mayoría de seis jueces conservadores sobre un total de nueve miembros. Ayer, los republicanos en el Senado impusieron su voluntad y votaron por abrumadora mayoría para eludir una maniobra de bloqueo de los demócratas y avanzaron en la nominación de Amy Coney Barrett como próxima jueza de la Corte Suprema. Hoy Barrett será confirmada por la Cámara alta y pasará a integrar la Corte, pese a las quejas demócratas de que una decisión tan importante se tome a solo días de las elecciones del 3 de noviembre.
Los republicanos consagran en la Corte a la conservadora Barrett
No hay duda de que Barrett será confirmada hoy por el pleno del Senado, ya que los republicanos cerraron filas en torno a ella, nominada por el presidente Donald Trump. Pero aun así los demócratas amenazaban con emplear más tácticas dilatorias, al argumentar que debe ser el ganador de las elecciones del 3 de noviembre quien decida sobre el reemplazo de la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg.
Los republicanos se anotarán una victoria de largo plazo, porque los jueces supremos son vitalicios. Además, anotarán un récord, al nombrar en el máximo tribunal a un tercer nominado de Trump. Se asegurarán una mayoría conservadora en la Corte por muchos años, con seis de las nueve plazas del tribunal en manos de jueces de ese signo. El tribunal se dispone a debatir a corto plazo temas de enorme sensibilidad, como el aborto, el derecho de los homosexuales a casarse y la legalidad de la reforma al sistema de salud pública realizada por Barack Obama y parcialmente anulada por Trump.
“El Senado está haciendo lo correcto’’, aseveró el líder de la mayoría republicana Mitch McConnell, al prometer hoy una votación a favor de Barrett en el plenario de la cámara. Una votación ayer de 51 contra 48 dio inicio a 30 horas de debate en la Cámara alta. Dos legisladoras republicanas -Lisa Murkowski y Susan Collins- votaron en contra, además de todos los demócratas. La senadora por California Kamala Harris, candidata a la vicepresidencia, estaba haciendo campaña en Michigan. Usualmente el vicepresidente Mike Pence preside ese tipo de votación pero, debido a que uno de sus allegados dio positivo al Covid-19, no quedaba claro si participará. Pence dio negativo ayer y no anuló su agenda de campaña. Barrett ya tiene los votos asegurados, y el sábado recibió otra buena noticia cuando la senadora Murkowski anunció que aunque no estaba de acuerdo con el procedimiento apresurada no se opondría.