La llegada del frío puede generar un incremento en los valores de la presión arterial, generando hipertensión. Se trata de una enfermedad crónica que afecta a las arterias del cuerpo y es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente. Se la llama el “asesino silencioso”, ya que en general no presenta síntomas, generando lesiones en los vasos sanguíneos y consecuentemente en los órganos vitales si no se detecta ni se controla oportunamente. Se estima que afecta a una de cada tres personas adultas. Para conocer cómo prevenirla y tratarla, UNO dialogó con especialistas en el tema.
Por qué es importante controlar la presión arterial en invierno
El frío causa vasoconstricción, y además en esta época se suman otros factores de riesgo que aumentan la presión arterial. El control médico es primordial
Por Vanesa Erbes
Lautaro Savat, médico cardiólogo y presidente de la Sociedad de Cardiología en Entre Ríos, confirmó que “el frío incrementa los valores de la presión arterial”, aunque aclaró que “no en todas las personas afecta del mismo modo”. Sobre este punto, precisó: “Hay personas que son mucho más variables respecto a su presión arterial, dependiendo de la estación del año; hay algunos pacientes que toman la misma medicación todo el año y hay otros en los que hay que aumentar la dosis en invierno y bajarla en verano. Eso hay que controlarlo”.
Savat señaló que se puede hacer un control en los niños también, y en el caso de la población adulta, se debe realizar al menos un control anual. “Debemos hacernos todos un chequeo y controlarnos la presión. Lo ideal sería hacerlo dos o tres veces en el año, uno en el control clínico o de rutina anual; y después en su casa si tiene el acceso a un tensiómetro domiciliario validado; sino en alguna farmacia o en algún centro de salud, donde en general nos pueden realizar una medición”.
En este marco, refirió: “Una parte de la población tiene hipertensión, pero al no hacerse por ahí los controles médicos hay mucha gente que no está diagnosticada. Recomendamos el control porque la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo en la enfermedad cardiovascular y tiene una alta prevalencia: un 30% de la población adulta es hipertensa; es decir, una de cada tres personas mayor de 18 años”.
Factores de riesgo de la presión arterial alta
Si bien a cualquier edad puede aparecer la hipertensión arterial, lo habitual es que aumente con los años. “Esto es porque las arterias se vuelven más rígidas, en parte por el envejecimiento, y eso hace subir los valores de presión arterial. Pero no significa que sea normal tener esos valores más altos. Siempre la presión normal es la que está alrededor de 120-80, o 12-8, como se dice en la calle habitualmente, y la hipertensión en los controles aislados a partir de 140-90 o 14-9. Si uno de los dos valores está alto, ya es hipertensión, no es que los dos no tienen que dar por arriba de lo normal”, explicó.
A su vez, remarcó que los antecedentes familiares inciden, y otro de los grandes factores de riesgo que creció en estos últimos años es la gran epidemia de sobrepeso y obesidad. Al respecto, indicó: “Para evitar la aparición de hipertensión, en los primeros estadios hay que incorporar una dieta hiposódica, es decir, baja en sodio; hacer actividad física, y controlar el peso. Son tres pilares fundamentales para la prevención de hipertensión y para el control en los primeros estadios”.
En este marco, aclaró que si al cumplir con estas premisas la tensión arterial sigue siendo elevada, hay que recurrir a la medicación. “No necesariamente cuando a uno lo diagnostican tiene que tomar medicación, a veces con los cambios de hábito se puede controlar; pero hay otros pacientes que van a necesitar, a pesar de eso, medicación. Va a depender un poco de los valores de presión, cuando la hipertensión está más avanzada. Y es muy importante cumplir con el tratamiento”, subrayó.
Seguir el tratamiento es fundamental
Acto seguido, el médico expresó: “Lo que siempre aconsejo es que si tenemos algún inconveniente, por ejemplo, económico, con respecto a la medicación, uno puede acercarse al médico para buscar otra estrategia; no de forma unilateral o uno por propia cuenta modificarlo. Por ahí plantearlo si no puede pagar determinado fármaco, porque hay medicamentos que son más caros, otros que son de menor costo, y hay que tratar de buscarle la vuelta para poder controlar los valores de presión con fármacos que podamos continuar. Estas son todas enfermedades crónicas no transmisibles, y tenemos que recordar que la principal causa de muerte es la enfermedad cardiovascular, o sea que tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para poder disminuir ese riesgo”.
Cuidarse de las bajas temperturas
Joaquín Serra, médico cardiólogo, quien es magíster en Hipertensión Arterial, expresidente de la Sociedad de Cardiología de Entre Ríos, y actual vocal de la Sociedad Argentina de Hipertensión, coincidió en que “en general con el frío la presión tiende a subir” y precisó: “En contraposición, con el calor la presión baja. Entonces, siempre, principalmente los pacientes que son hipertensos, tienen que estar atentos, porque cuando viene la época de frío y muchos más en años como este, que llegó tan de golpe y tan bruscamente, la presión arterial empieza a aumentar con la disminución de las temperaturas”.
“Hay varias teorías que lo explican: uno de los motivos es que cuando uno tiene frío se produce vasoconstricción, es decir, que los vasos se cierran. Por eso las manos se ponen blancas. Es lo opuesto con el verano: cuando uno se pone colorado hay vasodilatación. Pero no es el único mecanismo por el que aumenta la presión, sino que además el hecho de que con el frío uno tiene días más cortos y menos ganas, muchas veces tiene tendencia a hacer menos actividad física. Y la actividad física es un gran controlador de la presión. Si uno es hipertenso, una de las recomendaciones que seguramente el médico le va a hacer es que realice actividad física; es parte del tratamiento de la hipertensión”, recalcó el especialista.
Asimismo, manifestó: “También en otoño e invierno es habitual tener una alimentación de comidas como locros, guisos, que son más compuestas y tienen en general productos que son salados. Eso obviamente hace que uno coma con más sal y le genera un incremento de la presión arterial. Además de todo estas cuestiones, se aumenta de peso. Y el peso y la presión van de la mano. Si uno sube de peso, sube su presión”.
Con respecto al ajuste o al cambio de medicación en esta temporada, aclaró: “Hay pacientes que son muy estables y tienen el mismo tratamiento durante años, pero también hay muchas personas que necesitan ajustes, ya sea aumentándole un poco la dosis o reforzando los tratamientos durante el invierno, y lo opuesto es en el verano: hay veces que bajamos la dosis o sacamos algunos de los remedios antihipertensivos. Pero eso siempre debe ser hecho por el médico, que tiene que tomar la decisión que hace falta”.
Serra recordó además que la hipertensión arterial no produce ningún síntoma: “Lo que la presión produce son siempre consecuencias. Y controlarse y seguir un tratamiento va a disminuir el riesgo de las consecuencias de la hipertensión, que son siempre graves, como el accidente cerebrovascular, el infarto, problemas renales que pueden llevar a la diálisis; problemas en la circulación de las piernas, que pueden llevar a la gangrena. El motivo por el cual existen campañas es porque la hipertensión es asintomática, si a vos no te lo toman y vos no vas al médico a hacerte la toma de presión, vos podés andar años con presión alta”, dijo.
Por último, hizo hincapié en que a nivel mundial existe la campaña “Conoce y controla tu presión arterial”, en la cual durante años Argentina ha participado. “Argentina es el primer país de Latinoamérica en cantidad de personas testeadas: fueron más de 200.000, y ahí sí se van encontrando hipertensos que no se conocían de antes. Nosotros en Paraná en julio vamos a hacer una actividad de este tipo”.