El hijo de María de las Mercedes Bolla, conocida popularmente como Yiya Murano, entregará al mejor postor el juego de tazas con las cuales, entre febrero y marzo de 1979, su madre envenenó a dos amigas y una prima a las que les debía dinero. "Quiero convertir algo macabro en algo útil".
El hijo de Yiya Murano subastará las tazas de su madre
La recaudación no es con fines personales, sino benéficos, explicó Martín Murano, quien aclaró que no quiere quedarse con ese juego de piezas de porcelana que utilizó su madre para cometer los crímenes. Al toparse con la vajilla, tuvo la idea de subastar las macabras piezas con el objetivo de colaborar con el Refugio de Mili González, en la ciudad de Mar del Plata, que da techo y comida a más de 50 perros y gatos.
"Se lo había regalado a la madre de una amiga mía", contó Martín, "pero esta mujer a la que se lo obsequió murió recientemente y la vajilla volvió a mis manos. Cuando vi el paquete y lo que contenía, me quería morir". El hijo de Yiya nunca ocultó la mala relación que mantuvo con la asesina a lo largo de su vida.
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Es de destacar que, además de esto, la vajilla guarda una historia macabra: con esas tazas tomó el té la primera víctima de la mujer: Nilda Gamba. La víctima, que además era vecina de la familia, estaba de visita en su casa y se descompuso abruptamente. "La que siempre preparaba el té, la comida, todo, era Ignacia", recordó Martín haciendo referencia a la mujer que ayudaba con las tareas domésticas en el domicilio y que consideraba su madre de crianza. No obstante, cuando Gamba se sintió mal, fue Yiya la que sacó una taza de las que no usaban a diario de un mueble y ella misma preparó un té.
"Al otro día, Nilda murió", afirmó Martín y agregó: "Es macabro, también con una de esas tazas asesinaron a una persona que yo quería más que si fuera mi tía". A partir de estos recuerdos, consideró tirar el paquete tal cual lo había recibido, hasta que un amigo le sugirió usar la vajilla con un fin solidario y optó por este camino "Quiero convertir algo macabro en algo bueno" y comentó: "Es paradójico, porque Yiya odiaba los animales. Si vos querés a los animales podés ser buena o mala persona, pero si no querés a los animales sos una mala persona. El mejor ejemplo de eso es esta señora: Yiya Murano".
Finalmente, Murano manifestó que busca brindar una gran ayuda a este refugio, con alimento balanceado, artículos de higiene y medicamentos. Para ofertar por el juego de té se debe enviar un correo a [email protected].