Hoy se conmemora el Día del Amigo en varios países, entre ellos la Argentina, recordando la llegada del hombre a la luna en 1969, hecho que inspiró al bonaerense Enrique Febbraro a escribir 1.000 cartas de amistad que envió a 100 países y lo llevó proponer esta celebración en esta fecha. Si bien numerosos grupos de personas se reúnen hoy con sus amigos a festejar, muchos otros recurrirán a la tecnología para compartir un saludo.
De las 1.000 cartas de Febbraro, a depender de la tecnología para poder saludar a todos los amigos
A partir del fallo que registró Microsoft, un especialista en informática reflexiona sobre la preponderancia actual de la tecnología
Por Vanesa Erbes
Al menos aquellos que estén a la distancia o con quienes no se puedan encontrar ese día, recibirán un “feliz día” vía WhatsApp, o por otras redes sociales. Siempre y cuando funcionen los sistemas, en un contexto en el que ayer un apagón informático sorprendió al mundo (ver página 10). La falla registrada en los sistemas de Microsoft y la empresa de seguridad cibernética CrowdStrike a nivel global provocó un caos en el transporte mundial, especialmente en el sector aéreo, y problemas en numerosas empresas e instituciones, entre ellas del sector financiero y de telecomunicaciones. Las dificultades comenzaron a detectarse en Estados Unidos y se fueron extendiendo a distintas partes del mundo, como Europa y Australia, hasta que fue corregido. Si bien en la región no se registró algún efecto de esta situación, Daniel Giosa, especialista en informática y titular de la empresa Raser Security, radicada en Crespo, comentó a UNO que recibió algunas consultas de clientes buscando verificar si algún inconveniente mínimo en sus computadoras podía estar vinculado a este hecho, lo que fue descartado.
Todo este acontecimiento llevó al experto a reflexionar sobre la dependencia de la tecnología que tiene el grueso de la sociedad y señaló: “El Día del Amigo se celebra por un avance tecnológico: la llegada del hombre a la luna. En este contexto actual en el que a veces pasamos meses sin hablar con los que alguna vez nos dieron una mano, una ayuda o compartimos alguna vivencia, la tecnología nos enseña que lo más importante somos los humanos, que las vulnerabilidades se solucionan igual. Y más allá de que me considero un Geek de la informática, algo como lo que pasó ayer dispara muchos pensamientos encontrados: imagínense si en esta fecha no anda WhatsApp ¿cómo vamos a saludar a nuestros amigos?”.
¿Hasta dónde delegar todo en la tecnología?
En este marco, Giosa aseguró: “Uno va delegando en la tecnología, en la informática, un montón de cosas. Las noticias a nivel mundial decían que la de ayer podría ser la interrupción cibernética más grande de la historia. Esto generó problemas en los aeropuertos y otros conflictos, y cabe preguntarse ´¿cuánto hemos dejado en manos de la tecnología al 100%?´. Le dimos un lugar en nuestra vida que pensamos que era el mejor y ahora advertimos que en realidad tiene tantas fallas como cualquier otra cuestión, incluso como un ser humano”.
Sobre este punto, refirió: “Esto que pasó pone en evidencia que nos confiamos mucho, y ayer muchísimas personas tuvieron que pagar las consecuencias de un mundo que es dependiente de la tecnología. Nos pasa también en lo cotidiano, cuando por ejemplo nos cuesta recuperar el pin del cajero automático si uno no lo recuerda, o alguna otra clave necesaria para acceder a algún sitio como el Home Banking, el correo electrónico y demás”.
Nomofobia
Una de las situaciones más comunes que prueba la dependencia tecnológica es el simple hecho de olvidarse el celular en casa. Se llama nomofobia al miedo a quedarse sin el teléfono, y sobre este punto especialistas en salud explican que puede aparecer una gran ansiedad cuando la persona pierde el acceso a su celular. “Pasa que en el celular uno no solamente recibe llamados o mensajes de WhatsApp. También hay un montón de información de la que queda privado ese tiempo que está sin el teléfono. Hay una corriente filosófica que se llama transhumanismo, que plantea que los humanos sentimos que nos falta algo si no tenemos a mano la tecnología”, indicó Giosa.
En todo este contexto, el desarrollo de la inteligencia artificial y de la tecnología en general avanza a pasos vertiginosos y son hoy una parte integral de la vida cotidiana de gran parte de la población mundial, facilitando muchos aspectos, y ayudando a resolver delitos, a encontrar personas desaparecidas, a innovar en intervenciones quirúrgicas complejas y curar enfermedades, a mejorar la calidad de vida de quien tiene alguna discapacidad, a unir territorios y propiciar la conectividad y la comunicación pese a las distancias.
Pero pensar también en qué puede pasar si se para el mundo por una falla informática, como ayer, o incluso por algún virus, puede ser una oportunidad para reflexionar sobre esta dependencia de la tecnología a la que tanta gente sucumbió, para tomar recaudos que ayuden a no perder información. Y, sobre todo, a no perder amigos al no poder saludarlos si se cae el sistema.