A.P.L es oriunda de Concordia y el pasado miércoles denunció públicamente que fue abusada a los 13 años por un conocido parapsicólogo que trabaja desde hace 30 años en un consultorio de la localidad. La denuncia penal, caratulada como delito sexual agravado por el acceso carnal, fue realizada en el Ministerio Público Fiscal de la ciudad el 27 de octubre del año pasado, y lleva el número N° 10.459/22 y la causa está a cargo del doctor Francisco Paoli. Si bien son dos las denunciantes, las víctimas serían muchas más.
Concordia: denunciaron por abuso sexual a parapsicólogo
Por Fedra Venturini
A través del descargo que hizo en sus redes sociales, la joven de 25 años informó que otras personas, que habrían sido abusadas por este ‘curandero’, se pusieron en contacto con ella: “Me encontré con más de 10 víctimas a manos de este ‘hombre’, parapsicólogo conocido en Concordia. La mitad de ellas eran menores de edad al momento de los hechos, todas abusadas con el mismo cuento”. En ese marco, A.P.L expresó a UNO que se sorprendió por la cantidad de testimonios que recibió tras contar su historia y que el caso resultó ser más grande de lo que pensaba, pues sin nombrarlo muchas personas lo identificaron y le contaron de forma anónima su experiencia.
La denunciante relató a UNO: “Llegué al consultorio por medio de familiares, él no se maneja con redes sociales ni diarios, es un boca a boca, pero realmente concurría muchísima gente de todos lados, porque en ese momento se comentaba que era un curandero muy bueno” y detalló que llegó allí cuando estaba en un momento complejo de su adolescencia: “Mi papá murió cuando tenía cuatro años y el duelo lo empecé a vivir en esa etapa, así que estaba depresiva, me cortaba y tuve intentos de suicidio. Él me dijo que estaba embarazada y para mí esa situación era imposible en mi casa, por los problemas que arrastraba. Ese día me abusó, con la excusa de cortar la gestación”. Además destacó: “Este tipo siempre trabajó de la misma forma y muchos testimonios que me relataron tenían la misma dinámica: engaños de embarazo, problemas sexuales, o de ovarios y se aprovechaba de la gente. Las cosas más aberrantes que se te puedan ocurrir, él las hacía. De hecho no sólo atentaba contra la integridad sexual, sino contra nuestra salud, porque dudo que haya usado preservativo mientras abusaba”.
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Por otro lado, en el descargo público, detalló que el hombre trabaja en un consultorio ubicado en calle Las Heras hace 30 años y que muchas personas sabían lo que sucedía y “no sólo lo taparon, sino que fueron cómplices en su silencio”.
A.P.L contó que le llevó 12 años sanar para ser capaz de hablar en voz alta y remarcó que confía en el proceso judicial, que inició hace una semana con la primera pericia psicológica. “Hacer público los abusos sexuales que sufrí en mi infancia no es un acto de valentía, sino de coherencia con la persona que quiero ser y el mundo en el que quiero vivir”, destacó en su posteo. "Llegó el momento de desenmascarar a un tipo que buscó víctimas en las personas más vulnerables, manipulables e inocentes. Voy a luchar cuanto sea necesario. La verdad siempre sale a la luz”, agregó.
Finalmente, se dirigió directamente al acusado: “Que el mundo sepa a quién tiene al lado y de las cosas que fue capaz de hacer. Esa persona que creíste que arruinaste, hoy está plantada, más firme que nunca. Me humillaste, abusaste de mí en varias ocasiones, es horas de que se haga justicia. No nos callamos más”.
Los testimonios que llegaron a A.P.L
La denunciante compartió las capturas de pantalla con testimonios de otras personas que fueron abusadas o que escucharon de estas situaciones. “Me revuelve el estómago. Fui por problemas personales y terminé de la peor manera. Me había olvidado, pero mi vida no volvió a ser la misma. Tengo arranques de tristeza, odio, pánico. Busqué ayuda y nunca fui escuchada y ahora es como si tampoco lo harían porque ya pasó hace casi 12 años, yo era muy chica”, le contó una usuaria.
Otra relató una situación similar: “Yo fui un tiempo ahí y me había dicho que tenía ataduras en los ovarios, que el me lo iba a ‘curar’. Me decía que no sea desconfiada y que me concentre. Me tocó sin mi consentimiento, diciendo que para cortar las ataduras tenía que hacerlo y era parte de la supuesta terapia. Cuando quise acordar tenía su miembro afuera, le dije que no quería seguir y me fui. Tiempo después me mandaba mensajes diciendo que él iba a dar lo que fuera por mi tiempo y por mí. Nunca me animé a contar nada por vergüenza y por sentir que yo tenía la culpa, hasta que vi tu publicación”. A.P.L compartió muchos mensajes similares que le llegaron con historias igual de aberrantes, protegiendo la identidad de las personas que la contactaron.