El miércoles se conoció el fallecimiento de la reconocida ex-nadadora de Paraná Rowing Club, Silvia Reula. La paranaense formó parte de su primer Campeonato Argentino en 1941, en el cual compitió en los estilos Pecho, Espalda y Crol, y allí, en la categoría menores de 13 años, obtuvo el récord nacional. Fue una gran pérdida para la entidad y para el deporte entrerriano. A doña Reula o amaba “El cruce del río”, desde la isla Puente hasta el club, que también ganó en más de una oportunidad. Fue una gran deportista que amó la natación y con mucho sentido de pertenencia al Rowing. “Nací en el club y moriré en el club”, dejó siempre en claro. Por por tal razón este viernes se realizó un emotivo homenaje a Silvia Reula en la zona del río Paraná conocida como el Remanso.
Paraná: sentido homenaje a la recordada Silvia Reula
A 48 horas de su lamentable y dolorosa pérdida, un grupo de familiares, amigos, socios y empleados se congregaron en la playa en el mediodía a realizar el homenaje a quien fuera una hija dilecta del Paraná Rowing Club.
Tal como fuera su última voluntad, el circular y previsible Remanso que las caprichosas corrientes del río producen en la playa de la entidad es finalmente su morada final, y esto no hace más que eslabonar para siempre la intrincada relación que fundieron Silvia Reula y el Paraná.
Entre lágrimas de emoción ante su insoslayable recuerdo y florilegios que ella siempre eligió, y que fueron arrojados al río, el frío y soleado mediodía brindó el marco para que su figura fuera nuevamente valorizada por su aporte durante tantas décadas como nadadora, docente y dirigente de su querido Paraná Rowing Club, según dejó el claro la entidad en redes sociales.
Luego el club comentó: “Sus afectos ponderaron su desinteresada entrega para con la institución a quien quiso más que a nada, y a la que puso por delante de todo, siempre. Su figura fue un torbellino constructivo desde que comenzó a nadar entre los pontones en el antiguo y originario “Rowing de los Muelles” y que se materializó en una pasión constante que nunca sosegó en su afán por ver un club grande y proyectado. De algún modo, la metáfora del remanso nos traerá una parte de ella todo el tiempo, en un recuerdo blanco y luminoso, mientras que la otra navegará en el zigzagueante sueño de la corriente que la depositará en la mar. Ella ya permanece cerca por siempre y su fresca presencia será un faro para quien se acerque a conversar con el río”.
“Pero perpetuo y omnipresente, su legado quedará como un compromiso en cada uno de los socios que experimentaron con su partida una hendidura en el alma institucional, y no podrá olvidarse su aporte incondicional por la cultura, el deporte y la necesaria organización que hace de esta entidad una referencia en integración, solidaridad y proyección de toda la región”.
“Ella ha tenido este viernes una cariñosa despedida hacia la eternidad de parte de un grupo de amigos en nombre de todo el club, y porqué no de la natación y de la ciudad. Y aunque fue austero, seguramente le hubiese llegado al alma. Sin dudas, Silvia fue un símbolo que crecerá con el paso del tiempo y desde los más pequeños a los más antiguos socios reconocerán en ella al reservorio de la memoria colectiva y la madre de los principales textos históricos. Ella nos cuida a todos desde el río, ahora”, señaló la entidad de Paraná..