Por los octavos de final del Torneo Clausura de la Liga Profesional de Fútbol, Boca Juniors derrotó 2 a 0 a Talleres en La Bombonera tras los dos goles de Miguel Merentiel. El ganador de este encuentro, dirigido por Nazareno Arasa, jugará con Argentinos Juniors que venció a Vélez en el José Amalfitani.
Con un doblete de Merentiel, Boca derrotó a Talleres y pasó a cuartos de final
En La Bombonera, por los octavos de final del Torneo Clausura, Boca le ganó a Talleres con dos goles del uruguayo Miguel Merentiel, uno en cada tiempo.
Boca y Talleres se enfrentan en La Bombonera.
La noche empezó encendida en La Bombonera, pero fue Talleres el que salió decidido a tomar el protagonismo. Antes del minuto ya había probado a Marchesín con dos remates de media distancia: primero Ortegoza, después Portilla, obligando al arquero a reaccionar y mostrando que la visita no vino a esperar.
El conjunto cordobés presionaba alto y Boca sufría cada salida. A los 4', la T volvió a animarse desde la frontal y Marchesín respondió sin apuros, aunque el aviso quedó claro. Un minuto más tarde, otro disparo del colombiano pasó por encima del travesaño ante un Xeneize aún sin respuesta. Recién a los 9' Boca encontró aire: recuperación alta, combinación rápida y Milton Giménez quedando mano a mano con Guido Herrera. El derechazo cruzado se fue pegado al palo. Fue el primer rugido del local, casi un despertar obligado.
Boca ante Talleres en La Bombonera
Boca y Talleres se enfrentan en La Bombonera.
La fricción comenzó a hacerse presente. A los 12', Galarza recibió la amarilla por un pisotón sobre Giménez y cada pelota dividida elevaba la tensión. Ortegoza, figura del arranque, se ubicó unos metros más adelante y le hizo la vida imposible a Paredes, bloqueando cada intento de armado del equipo de Úbeda. A los 15', otra acción caliente: Ortegoza golpeó a Paredes y el banco de Boca se levantó al instante. Zunino cobró falta previa sobre el volante de Talleres y no amonestó a nadie, desatando nuevas protestas y sumándole condimento al trámite.
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Pero mientras las discusiones crecían, Talleres seguía jugando mejor. A los 20', el equipo de Tevez continuaba presionando arriba y manejando los ritmos del partido. Boca sólo conseguía lastimar cuando lograba eludir la primera línea de presión y llegar a fondo por los costados. A los 23’, la T tuvo la más clara del encuentro: jugada colectiva monumental, paredes rápidas y Ortegoza entrando solo al área. Zurdazo colocado y Marchesín —otra vez gigante— voló para tapar un gol que parecía cantado. Esa atajada sostuvo a Boca en un momento crítico.
Y como suele pasar en los partidos grandes, después del sufrimiento llegó el golpe de efecto. A los 27’, tiro de esquina desde la izquierda, Lautaro Di Lollo ganó en las alturas y estrelló su cabezazo en el travesaño. El rebote quedó vivo y Miguel Merentiel solo tuvo que empujarla para desatar el festejo de La Bombonera. Boca pegó en el momento justo y se puso arriba cuando menos lo merecía.
Después del golpe que significó el 1-0, Talleres tardó varios minutos en reaccionar. Boca no lograba adueñarse del trámite, pero la visita había perdido claridad. A los 32’, Angulo fue con vehemencia contra Ayrton Costa y vio la amarilla, reflejo de la frustración cordobesa tras el gol de Merentiel.
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El Xeneize tampoco conseguía soltarse. La mitad de la cancha seguía errática, incapaz de hilvanar tres pases seguidos. A los 38’, Paredes bajó a Mateo Cáceres cerca del córner y Zunino no dudó en mostrarle la tarjeta: el capitán local se sumó a la lista de amonestados en una noche de creciente fricción.
A los 40’, la sensación era clara: Boca ganaba, pero no dominaba. Talleres, golpeado, tenía dificultades para acercarse al arco de Marchesín; aun así, el equipo de Úbeda no lograba imponer condiciones ni manejar los tiempos.
Y cuando parecía que el primer tiempo se iba sin mayores sobresaltos, llegó la jugada que encendió a todo el estadio. A los 43’, Schott mandó un centro desde la derecha y Zeballos, lanzado al piso con el brazo alto, terminó bloqueando la pelota con la mano. Penal cobrado de inmediato por Zunino, sin necesidad de revisar nada. Silencio y tensión en La Bombonera. A los 45’, Mateo Cáceres tomó la responsabilidad. Remate bajo al palo izquierdo… y otra vez apareció Agustín Marchesín, enorme, adivinando la intención para sostener la ventaja. El arquero de Boca volvió a ser decisivo: primero con una tapada salvadora ante Ortegoza y ahora con un penal que puede cambiar el rumbo del partido.
Segundo tiempo en La Bombonera
Boca y Talleres regresaron al campo para jugar el segundo tiempo sin modificaciones, pero el partido cambió de inmediato. Apenas habían pasado 23 segundos cuando Lautaro Blanco tiró un centro perfecto desde la izquierda y Miguel Merentiel apareció completamente solo por el área chica para empujar la pelota y estirar la ventaja. Un gol “desde el vestuario” que golpeó de lleno a la visita.
Talleres trató de reaccionar rápido. Gandolfi movió el banco y mandó a Federico Girotti a la cancha por Mateo Cáceres, buscando más presencia en el área. Aun así, Boca seguía siendo más claro y manejaba los tiempos del partido. El Xeneize pudo aumentar con una gran acción individual del chileno Carlos Palacios, que se metió en el área con decisión y definió cruzado, pero el tiro se perdió apenas junto al palo.
En ese ida y vuelta, Boca también tuvo otra clarísima con Exequiel Zeballos. El Changuito quedó mano a mano con Guido Herrera, que le ganó el duelo con una gran atajada, y en el rebote la pelota terminó rebotando en el propio Zeballos y pegando en el poste, en una acción increíble. Talleres respondió de inmediato con un cabezazo de Girotti que se estrelló en el travesaño, demostrando que aún seguía con vida pese al golpe inicial.
El partido mantenía ritmo alto y emociones en los dos arcos. En otro intento visitante, Schott ganó bien de cabeza después de un córner, pero Marchesín controló sin complicaciones. Boca, firme, continuaba imponiendo su juego y cuidando la diferencia.
A los 23 minutos llegaron nuevas variantes: Tomás Belmonte ingresó por Merentiel, el autor de los dos goles; y en Talleres se produjo la entrada de Emmanuel Reynoso, que volvió a pisar La Bombonera ahora con la camiseta de la T, en reemplazo de Portilla. Y como si lo necesitara, Herrera volvió a salvar a los cordobeses con una tapada enorme frente a Milton Giménez, que había quedado de frente al arco para liquidar la historia.


















