La verdad es que resulta increíble que Patronato pierda la localía en la Copa Libertadores por la inoperancia de la dirigencia. Se dispuso de cinco meses para reacondicionar el campo de juego y el resto de la infraestructura deportiva, pero el objetivo no se cumplió. No quiero hacer un juicio de valor sobre las condiciones del césped del Grella, porque es tema que sinceramente desconozco, pero tras la decisión de la Conmebol se pueden hacer varias lecturas. Podría decirse que influyeron factores externos, como la histórica ola de calor y el déficit de lluvias. La escasez de precipitaciones conspiraron contra las posibilidades de una buena hidratación del campo del juego, aunque es cierto que existen soluciones alternativas para poder paliar ese déficit.
Patronato: se les escapó la tortuga
Por Marcelo Comas
Patronato no pasó la inspección de la Conmebol: ahora la fiesta se muda a Santa Fe.
No es mi intención ver únicamente el lado negativo de la cuestión, pero entiendo que en esta historia se trabajó con cierta dosis de improvisación y no se consultó a las personas especializadas para reacondicionar la cancha. ¿Por qué debe ser así? Porque así lo exige una competencia de la magnitud de la Copa Libertadores, que se rige por estándares establecidos por la Conmebol, el organizador de los torneos que se realizan en Sudamérica.
La realidad es que la mejor manera de esclarecer tantas dudas es consultar a especialistas en la materia. Para ello UNO consultó a distintas fuentes, entre ellas convocó a una ingeniera agrónoma que se encarga del mantenimiento del campo de juego de uno de los equipos más importantes del país. Explicó que se debe llevar adelante un proceso integral durante todo el año y no en forma ocasional, buscando reunir las siguientes características: se necesita que la superficie de juego se encuentre bien nivelada.
Para lograr ese resultado –aportó la profesional– es fundamental que el césped adquiera una buena resistencia a la tracción: no se deberá levantar cuando se esté jugando. También deberá contar con un buen anclaje, un buen sistema radicular y fuerte, para que justamente soporte la tracción. Otra de las condiciones que debe reunir es un buen rodado de la pelota, para lo cual el césped debe ser homogéneo en toda la superficie, logrando un buen pique y dirección del esférico.
¿Cuándo se realizó el trabajo en el Grella, se tuvo en cuenta el tipo de suelo? No es un detalle menor, porque es la base para luego alcanzar un terreno apto para una alta competencia. Allí se realizan aireaciones, arenados, se fertiliza y se practica un control de malezas. “Lo que se hace en este tipo de clima, teniendo en cuenta que es una zona de transición, es una resiembra con césped de invierno”, propuso la especialista.
Se interpreta por el informe de Conmebol –ese documento no trascendió a la prensa– esas pautas técnicas no se cumplieron en Paraná, por eso sería bueno que los dirigentes expliquen si fue por falta de inversión, de planificación o si directamente faltó asesoramiento profesional para hacer las cosas bien.
Por lo pronto, los principales dirigentes no convocaron a una conferencia de prensa para brindar explicaciones sobre el tema, sino que se limitaron a elegir algunos medios para exponer sus argumentos. Si alguno esperaba alguna autocrítica, bien gracias.
El que primero se pronunció fue el presidente de Patronato, Oscar Lenzi. “Nos ahogamos en la orilla”, dijo el sucesor de Tito Hollman para justificar que no se había llegado a tiempo con el plan de trabajo. En la misma entrevista concedida a El Litoral de Santa Fe argumentó: “Ya le dije a los muchachos de directiva, acá no es la muerte de nadie. Hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance y no se pudo. No hay quejas ni reproches para con nadie”. Una sencilla manera de justificarse.
Otro de los que habló fue el vicepresidente Dante Molina. “Debíamos haber iniciado el trabajo con una empresa”, se despachó. Son palabras que generan más bronca en el hincha y sobre todo en el socio, que esperaba recibir la cita futbolística más importante del continente en su casa. No va a poder ser. La fiesta se va a mudar a Santa Fe, al menos en la primera fecha. Firmado por un socio e hincha del más grande de Entre Ríos.