Aunque puede presumir de comedias muy exitosas como Chicas pesadas (2004) o Noche de juegos (2018), los personajes intensos han sido una marca de la actriz Rachel McAdams, ya sea en la romántica Diario de una pasión (2004) o en la turbia En primera plana (2015) que le dio una nominación al Oscar. Pero ahora le llegó el turno de Festival de la Canción de Eurovisión: la historia de Fire Saga, una comedia disparatada, brillante y conmovedora que se estrenó en Netflix, en la que interpreta a una chica que es como un juego de cajas chinas.
Una comedia brillante para celebrar los sueños y la pasión por la música
“En una comedia no podés reprimirte”, confesó la actriz en diálogo con la agencia EFE acerca de esta película sobre dos aspirantes a cantantes que coprotagoniza junto a Will Ferrell. La comedia cuenta la historia de Lars (Ferrell) y Sigrit (McAdams), dos islandeses bastante peculiares, que son amigos inseparables desde la infancia y que sueñan con representar algún día a su gélido y pequeño país en Eurovisión.
Pero McAdams partía con un pequeño problema de entrada: no sabía casi nada de Eurovisión. “Siendo canadiense, tenía una idea vaga de qué se trataba. Y mi primera experiencia de verdad fue yendo como investigación el año pasado a la gala de Tel Aviv (Israel) y estar entre esa multitud, sentir la electricidad del lugar... Y la electricidad de Tel Aviv en general: todas las canciones de Eurovisión sonaban en la radio, en los autos, cada uno tenía su favorito”, recordó. “Es de verdad un gran evento que une a mucha gente”, apuntó.
“Siempre lo admiré desde lejos”, destacó sobre su compañero Will Ferrell, sin duda uno de los comediantes más populares de Hollywood. “De los que viven ahora, creo que es el más divertido. Y además es muy tranquilo, increíblemente amable y afectuoso. Me hizo sentir muy cómoda de inmediato: es un actor muy generoso”, agregó.
McAdams también contó lo que le dijo Ferrell en una de las primeras reuniones para que no se agobiara. “‘Con tal de que el 33 por ciento de lo que hagas resulte divertido, a mí me vale y a vos también’. Y yo pensé: ‘Bueno, si Will está feliz con el 33 por ciento, creo que puedo intentar eso...’”, bromeó.
No obstante, en medio de los chistes sobre lo loco y extravagante que puede ser Eurovisión, la cinta también trata de ser un elogio a este certamen. “Nuestros personajes están locos por Eurovisión. Es la crème de la crème de las competiciones musicales, el pico que podés alcanzar como artista. Así que su amor por Eurovisión era muy contagioso”, indicó.
Elenco
La producción tuvo en cuenta el casting y apostó alto. Allí están Pierce Brosnan, en unos pasos de comedia muy eficientes, como el padre gruñón de Lars que con cara de nada le recuerda regularmente cuán frustrante es tenerlo como hijo. O Tom Neuwirth, más conocido como Conchita Wurst, la “cantante barbuda” que en la vida real ganó Eurovisión en el 2014 y con su look andrógino conquistó fama global.
Otra de las caras conocidas del elenco es Dan Stevens, que se hizo conocido mundialmente en 2012 con el personaje de Matthew Crawley en Downton Abbey. Aquí interpreta a uno de los personajes secundarios de la película, Lemtov, un estrafalario cantante ruso con tanto talento como ego y sensualidad, muy alejado de los modos correctos de su personaje en la serie inglesa.
El británico llamó la atención sobre una particularidad de Eurovisión: que se haya convertido en una gran plataforma internacional a favor de la diversidad y del respeto a los derechos de la comunidad LGBTIQ.
“Creo que es una de las cosas importantes para recordar y celebrar. Más allá de ser un concurso bizarro, extraño y maravilloso, ha sido durante mucho tiempo un lugar seguro para los cantantes y los fans LGBTIQ”, comentó.
“Creo que es muy importante reconocer eso y recordar que hay muchos países como Rusia en donde inexplicablemente es todavía peligroso hablar abiertamente de tu sexualidad”. De hecho, en dos ocasiones el filme hace referencia al tema, una de ellas cuando Sigrit le pregunta a Lemtov si es gay, y él responde: “¡No! en Rusia no hay homosexuales”. “Creo que es algo maravilloso que Eurovisión celebre la diversidad y creo que esto es como una medalla de honor para esta competición”, finalizó.