El martes pasado el Museo de la Ciudad César Blas Pérez Colman de Paraná, ubicado en calle Buenos Aires 226, volvió a abrir sus puertas con dos muestras que fueron pensadas y dispuestas allí en el marco del mes de las infancias.
El Museo de la Ciudad propone dos muestras por el mes de las infancias
En este sentido, quienes visiten el Museo podrán encontarse con la muestra La Gurisada, que invita a pensar y reflexionar sobre las dinámicas de juego que volvieron al centro de la escena del hogar por la pandemia y que en muchos casos eran los juegos que nuestros padres y abuelos en algún momento jugaron. Y siguiendo el recorrido hacia otra de las salas de la institución también se podrá apreciar Así éramos antes de la web, donde se plantea revisitar los diferentes dispositivos de comunicación que antecedieron a los actuales así como los dispositivos fotográficos y de reproducción de música.
Las dos exposiciones están disponibles para su visita los días martes a viernes de 9 a 18 y sábados y domingos de 16 a 19.
En una entrevista con Escenario, la directora del Museo, María Olier y el museógrafo de la institución César Benítez se refirieron al trabajo que conllevó la investigación, el armado y disposición de los elementos y el objetivo de la propuesta.
Olier referenció que en virtud del mes de las infancias y de las vacaciones de invierno junto al equipo de trabajo se decidió hacer estas muestras que son “como un clásico del Museo”.
Acerca de La Gurisada, Olier manifestó: “El propósito es mostrar las formas de juego, los juguetes de otras épocas ya que en cierto punto es algo que a todos nos gusta y puntualmente al público del Museo le resulta interesante”. Por este motivo, el equipo una vez al año saca a relucir su patrimonio de juguetes y los pone a disposición del público.
En este sentido, la directora del Museo afirmó que en el contacto con esta muestra específicamente entra en juego un ejercicio de memoria de los más grandes y también un espacio para compartir con los más chicos los juguetes de otras épocas no tan lejanas.
A su vez, el ejercicio también radica en pensar cómo fueron las formas lúdicas del 2020 y el 2021 con esta particularidad de la pandemia y las restricciones, donde muchas dinámicas de juego totalmente alejadas de la virtualidad volvieron a reaparecer.
“Nosotros tenemos un patrimonio de juego que recorre todo el siglo XX. A la vuelta tenemos un juguetito de inicios del siglo XX de 1910-1911 que es una especie de calesita o carrera de caballos, y contamos con personajes como el Topo Gigio”, ejemplificó Olier.
Allí también hay juguetes a batería y a pila, mientras que en otro rincón tienen un trompo y en otro a la solapa como ejemplo de una leyenda popular.
“La muestra apela a preguntarnos qué estuvimos haciendo”, añadió la museóloga.
Es preciso destacar que en el equipo hay personas a cargo de la conservación de los objetos como así también quienes se abocan a la investigación previa, y quienes realizan el armado de las muestras.
Curiosidad sobre la leyenda de la solapa
La directora del Museo de la Ciudad comentó que en el marco de la investigación sobre la solapa rastrearon el proceso de definición de las fronteras del espacio entre Brasil y Argentina que guarda relación con la leyenda. “La solapa es el personaje que eran los bandeirantes. Cuando hubo conflictos entre potencias los barcos negreros con esclavos no llegaban y los bandeirantes ingresaban en la zona que era del Virreinato del Río de La Plata y se llevaban lo que encontraban. Andaban a la siesta tratando de capturar gente para las plantaciones de algodón porque faltaba mano de obra esclava”, dijo. Ese proceso fue el que se materializó en un personaje que debía generar miedo y se instaló como mito.
Comunicación y fotografía
Así éramos antes de la web es una propuesta que fue pensada también para un público de adolescentes. Si bien actualmente un smartphone realiza todas las funciones “planteamos mostrar los objetos que nosotros necesitábamos en décadas pasadas”, dijo Olier. Es por ello que en la exposición pueden apreciarse diferentes dispositivos que antes para otras generaciones significaron grandes avances como los aparatos de fax, el teléfono a disco, las cámaras fotográficas y reproductores de cassette y discos. La disposición de estos dispositivos permite detenerse en lo vinculado a la reproducción de sonido y la fotografía y revisar cuáles son los procedimientos analógicos (como discos de vinilo o procedimientos antiguos en fotografía que por suerte han vuelto a utilizarse por su calidad).
“Lo más interesante también de la muestra es poder leer cartas, que en una de las vitrinas hay cartas escritas a mano, y hoy el mensaje de texto y el correo electrónico han hecho que se perdiera su uso pero es interesante compartir en familia el recurso de la carta”, señaló la responsable de la institución.
en cuanto al recorrido de la muestra Olier y Benítez remarcaron que se apuesta a la autoguía de los interesados que se acercan pero que siempre hay algún integrante del equipo para acompañar al público y responder consultas.
“Apelamos a que el proceso mágico del Museo de sorprender y que sea una experiencia que se disfrute sin intermediarios”, agregaron.
Armado y cuidado de objetos
Benítez hizo énfasis en el trabajo que hay detrás de las muestras y que habitualmente no se ve. “Hay objetos de nuestro patrimonio que no pueden estar expuestos a la luz solar así que tenemos que ver en qué lugar ponerlos. Es un gran trabajo, y todo tiene una justificación de por qué está ahí”, precisó.
En los depósitos del Museo, ubicados en planta alta, están los objetos guardados y ello implica subir y bajar permanentemente con los elementos. “Lleva un tiempo de preparación cada muestra, más allá de la instancia de investigación que es previa al proceso de armado”, subrayó Benítez..
Las muestras estarán abiertas durante el mes de agosto y en septiembre está previsto que el Museo trabaje la temática de la inmigración por el Dia del Inmigrante.
Además, en la institución continúan las muestras Los mejores atardeceres de Entre Ríos y Buenas esposas, la cual se ha compartido durante todo el año. A su vez, se encuentra de forma permanente la sala sobre los orígenes de Paraná.
Desde el Museo adelantaron que en agosto volverán los recorridos comenzando con Barrio del Tambor y en septiembre se retomarán las visitas al Cementerio Museo Santísima Trinidad de Paraná.