La Corte Suprema de la Nación (CSJ) ordenó que la jueza Ana María Figueroa deje su cargo en la Cámara de Casación. La resolución, tomada de forma unánime, ya fue comunicada al Consejo de la Magistratura y a la Cámara Federal de Casación Penal. Figueroa era la encargada de definir las causas Hotesur y Los Sauces.
La CSJ cesó en sus funciones a la jueza Ana Figueroa
La magistrada, que cumplió 75 años el 9 de agosto pasado y que esperaba que el Senado apruebe su pliego para quedarse durante cinco años más, se preparaba para pedir licencia extraordinaria por 30 días.
En los considerandos, el máximo tribunal respaldó su decisión en el artículo 99 inciso 4° tercer párrafo de la Constitución Nacional, que "dispone que 'un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años".
Se trata de un requisito "cuya plena vigencia fue restablecida por la mayoría de este Tribunal en el precedente 'Schiffrin' --de 2017-- y cuya validez no está en discusión en estas actuaciones", aclararon los magistrados.
"Al no prever la norma plazo de gracia alguno", sostuvieron los jueces, el nuevo nombramiento, previo acuerdo del Senado, "debe ser anterior al día en que el magistrado alcance la edad referida; de lo contrario, no habría límite temporal para la realización de ese nuevo nombramiento, con la absurda consecuencia de que el límite etario se tornaría inoperante".
La situación de Figueroa había quedado en suspenso este martes, luego de una tensa reunión de tres horas en la que los integrantes de la Cámara Federal de Casación estuvieron encerrados discutiendo una única cuestión: qué debía pasar con la jueza, que cumplió 75 años el 9 de agosto pasado y estaba a la espera de que el Senado apruebe su pliego para quedarse durante cinco años más.
Figueroa es una de las juezas que, junto a Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, debe resolver si se reabren o no las causas Hotesur/Los Sauces y el Memorándum con Irán en las que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya había sido sobreseída.
La reunión de este martes había terminado con una propuesta de Alejandro Slokar, quien le dijo a Figueroa que había una posibilidad para descomprimir la situación: que se tomara una licencia a la espera de una resolución del Senado. “Pensalo”, le sugirió y pidió un cuarto intermedio hasta el miércoles.
En la conferencia de prensa que dio a periodistas acreditados en Tribunales el martes al finalizar la reunión, Figueroa dijo que entendía "el interés" de su caso porque el suyo "es el cargo más alto que se concursa" y la "incomodidad porque soy una jueza independiente”, al tiempo que confirmó que estaba "evaluando pedir una licencia extraordinaria por 30 días”, algo que finalmente no ocurrió por decisión de la Corte Suprema.
Figueroa era una jueza afín al kirchenrismo, denunciante de las “presiones del macrismo” sobre la Justica, que no se privaba de argumentar que había una persecución contra la vicepresidenta producto del “lawfare”. La jueza votaba en consonancia con los intereses de Cristina Kirchner en las causas en las que tuvo que opinar. Por ejemplo, se opuso a convalidar las declaraciones de los “arrepentidos” en el caso de los cuadernos de las coimas, que admitieron haber pagado y cobrado sobornos.
No llegó a pronunciarse en el caso Hotesur-Los Sauces. Fuentes judiciales relataron que ella escribió un voto, pero no se conoció porque cumplió 75 años sin que se firmara el fallo, que sigue pendiente.
La situación de Figueroa se había vuelto insostenible para la mayoría de sus colegas. Figueroa había atravesado la instancia de las entrevistas en la Cámara alta y su continuidad recibió un dictamen favorable de comisión. Pero el oficialismo no reunió los votos para aprobar la extensión y fracasó dos veces en convocar a una sesión.