El expresidente Eduardo Duhalde visitó a Alberto Fernández el jueves, el día del cumpleaños, en la residencia de Olivos, hasta donde llegó con un regalo, que en realidad fue más bien un préstamo. El exjefe de Estado le “prestó” una estatuilla de la Virgen de Luján, de la que es un ferviente devoto.
Duhalde quiere disminuir la tensión con los empresarios
Según Clarín, Duhalde está convencido de que la patrona de la República Argentina lo ayudó y mucho en sus días más aciagos al frente de la Casa Rosada, en plena crisis de 2002.
Cuando llegó a la Presidencia, elegido por la Asamblea Legislativa, el obispo de Avellaneda, Rubén Di Monte, le comunicó con una monja de su congregación que quería hablar con él. Duhalde aceptó la reunión. “La Virgen de Luján quiere estar cerca suyo”, fueron las palabras de la monja que recuerda el expresidente, tal como él mismo confió años atrás. Ahora pretende que la Virgen de Luján ayude a Fernández, quien aseguró que el papa Francisco lo ayudó a reconciliarse con la Iglesia.
Duhalde entiende que a Alberto Fernández le sirve su experiencia para gestionar la crisis económica e institucional más grande de la Argentina en los últimos 100 años, la de 2001. Igualmente, en su entorno reconocen que algunas de las políticas implementadas entonces no sirven para la actualidad.
El expresidente ya había acercado un plan de vivienda y la propuesta para volver a vender alimentos al peso para abaratar costos. En su última charla abordaron “la peste” -como Duhalde se refiere al coronavirus- pero también cómo instrumentar un plan de salida para la crisis agravada por la situación mundial y por la cuarentena obligatoria.
“Los dos comparten que la centralidad debe ser lo productivo”, explicaron allegados a ambos. Duhalde aplaude el flamante Decreto de Necesidad y Urgencia para prohibir despidos y suspensiones por 60 días.
En medio de las tensiones que el Gobierno atravesó con empresarios esta semana y con el titular de Techint, Paolo Rocca, en particular, el exmandatario considera que los dueños de las empresas deben ser aliados del Ejecutivo. También se le atribuye la frase que señala que un empresario “vale más que 15 legisladores”, porque son los primeros quienes pueden generar empleo genuino y los que tienen un “proyecto de vida”. Por esa razón, no recomienda fortalecer las tensiones con los propietarios de las empresas.
Duhalde mira con buenos ojos el surgimiento de gobernadores que, a su entender, siempre pusieron el “eje central en la productividad”. En ese grupo ubica al bonaerense Axel Kicillof y a los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti; y de Mendoza, el radical Rodolfo Suárez. Antes de asumir, Fernández reivindicó a Duhalde, de quien dijo que debería ser homenajeado con “un monumento al bombero, porque sacó al país del incendio y allanó el camino para volver a crecer”, había dicho.