Los habitantes que excavaban en los escombros de un edificio colapsado en un poblado del noroeste de Siria, hallaron a una niña recién nacida que lloraba y cuya madre aparentemente, dio a luz mientras estaba enterrada bajo los escombros del devastador terremoto de esta semana, dijeron familiares y un médico.
Rescatan a bebé que nació bajo los escombros en terremoto en Siria
La beba todavía estaba unida por el cordón umbilical a su madre, Afraa Abu Hadiya, quien había fallecido. Es la única de su familia que sobrevivió al derrumbe del edificio el lunes en la pequeña población de Jinderis, cerca de la frontera con Turquía, dijo a The Associated Press Ramadan Sleiman, un familiar.
Sismo y destrucción
El terremoto de magnitud 7,8 del lunes antes del amanecer, seguido de varias réplicas, causó destrucción generalizada en el sur de Turquía y el norte de Siria. Miles de personas han muerto y la cifra seguía aumentando a medida que se hallaban más cadáveres. Pero también han ocurrido rescates dramáticos. En otro lugar de Jinderis, una niña fue hallada viva, atrapada bajo el concreto de su hogar destruido.
Los rescatistas hallaron a la recién nacida el lunes por la tarde, más de 10 horas después del sismo. Luego de que los rescatistas la sacaran, una vecina cortó el cordón y la llevaron a un hospital infantil en la localidad vecina de Afrin, donde la colocaron en una incubadora, dijo el médico que la atendía, el doctor Hani Maarouf.
En el video del rescate que circula en redes sociales, se ven los momentos después de que la beba fuera sacada de entre los escombros, cuando un hombre la levanta, con el cordón umbilical todavía colgando, y se aleja corriendo mientras otro hombre le lanza una manta para que la envuelva.
La temperatura corporal de la bebé había bajado a 35 grados centígrados (95 grados Fahrenheit) y tenía moretones, incluido uno grande en la espalda, pero se encuentra estable, dijo el médico Maarouf.
Abu Hadiya debe haber estado consciente durante el parto y debe haber muerto poco después, dijo Maarouf. Calculó que la beba nació varias horas antes de ser encontrado, dada la temperatura que había bajado. Si la niña hubiera nacido justo antes del sismo, no habría sobrevivido tantas horas al frío, dijo.
“Si la niña se hubiera quedado una hora más, habría muerto”, dijo.
Cuando ocurrió el terremoto antes del amanecer del lunes, Abu Hadiya, su esposo y sus cuatro hijos aparentemente intentaron salir corriendo de su edificio de apartamentos, pero la estructura se derrumbó sobre ellos. Sus cuerpos fueron encontrados cerca de la entrada del edificio, dijo Sleiman, quien llegó al lugar justo después de que se descubriera a la recién nacida.
“La encontraron frente a las piernas de su madre”, dijo. “Después de que se quitaron el polvo y las rocas, la niña fue encontrada con vida”.
Abu Hadiya y su familia estaban entre los millones de sirios que huyeron de territorio bajo control rebelde de otras partes del país. Eran originarios del poblado de Khsham, en la provincia oriental de Deir el-Zour, pero se fueron en 2014 después de que el grupo Estado Islámico tomara control de su poblado, dijo un familiar que se identificó como Saleh al-Badran.
En 2018, la familia se mudó a Jinderis después de que el Ejército Nacional Sirio, una organización de varios grupos insurgentes con respaldo turco, arrebatara el pueblo a combatientes liderados por kurdos y respaldados por Estados Unidos, dijo Sleiman.
El martes, Abu Hadiya y el padre de la niña, Abdullah Turki Mleihan, junto con sus otros cuatro hijos, fueron sepultados en un cementerio en las afueras de Jinderis.
En el pueblo, las operaciones de rescate continuaban en su edificio con la esperanza de encontrar más sobrevivientes.
Otra niña rescatada
El pueblo fue escenario de otro rescate dramático el lunes por la noche, cuando se extrajo a una niña con vida de los restos de un edificio. Un video de los Cascos Blancos muestra a un rescatista apartando trozos de hormigón y hierros retorcidos hasta que aparece la niña, llamada Nour. Aún parcialmente enterrada, la niña parece confundida cuando le dicen: “Papá está aquí, no temas. Habla con tu papá, habla”.
El rescatista le toma la cabeza con las manos y le limpia suavemente el polvo de la cara antes de que terminaran de desenterrarla.
El sismo ha causado más devastación en la zona controlada por la oposición, centrada en la provincia siria de Idlib, que ya ha sido azotada por años de guerra y se ha visto abrumada por el flujo de personas desplazadas por la guerra civil del país, que comenzó en 2011.
El terremoto del lunes mató a cientos de personas en la zona, y la cifra subía continuamente. Se presume que hay cientos de personas todavía perdidas bajo los escombros. El sismo derrumbó parcial o totalmente más de 730 edificios y daño miles más en el territorio, según los Cascos Blancos, como se le conoce a la defensa civil de la zona.
Dos catástrofes
Los Cascos Blancos tienen años de experiencia sacando a víctimas de edificios derrumbados por bombardeos rusos o del gobierno sirio. Para ellos, un sismo es un desastre nuevo.
“Las dos son catástrofes: una catástrofe que lleva 12 años y el criminal no ha rendido cuentas, y esta otra es una catástrofe natural”, dijo Munir Mustafa, subjefe de los Cascos Blancos.
Al preguntarle si había una diferencia entre el trabajo de rescate en el sismo y durante la guerra, respondió: “No podemos comparar muerte con muerte… Lo que estamos presenciando hoy es muerte sobre muerte”.