Desde 1970 a 1985 jugó en la primera del fútbol argentino y se dio el gusto de compartir el campo de juego con brillantes futbolistas. Con un gran temperamento y personalidad dejó su sello en los equipos donde jugó. José Orlando Berta nació en la localidad correntina de Monte Caseros, el menor de diez hermanos, a los 17 años un militar lo llevó a probarse a Newell’s de Rosario, donde quedó, a los ocho meses César Luis Menotti lo hizo debutar y allí empezó una carrera deportiva llena de recuerdos.
"El fútbol cambió, para mí es más rápido"
Tras ocho temporadas en la Lepra con el título de 1974 de por medio, el Gringo también vistió las camisetas de Boca Juniors, Talleres de Córdoba, Racing Club, Huracán Las Heras de Mendoza y Gimnasia de La Plata. Tras colgar los botines en 1993 se radicó en Concordia, donde ya estaban sus hermanos establecidos, además que su mujer es oriunda de la Capital del Citrus.
De posición mediocampista supo ganarse el respeto de sus compañeros y de rivales a lo largo de sus 505 partidos, jugando en torneos locales, en la Copa Libertadores y en las selecciones juveniles. Hoy con 68 años, el Cacique sigue corriendo detrás de una pelota, con el equipo Rojo en el Club Profesionales, donde ya consiguieron ocho campeonatos.
Jugador de una y mil batallas, junto a Ovación recordó los innumerables clásicos que disputó: “Es una emoción distinta a todo jugar los clásicos. He jugado en grandes equipos, en Talleres jugaba con (Luis) Ludueña y (José) Valencia. En Racing con (Juan) Barbas y (Juan Ramón) Carrasco al lado. En Newell’s con Pizzati, Zanabria, Alfaro o Gallegos. Todos los clásicos son importantes, pero donde más se siente es en Rosario porque se divide la ciudad en dos equipos. Quince días antes del clásico ya se empieza a vivir el partido en la calle”.
—¿Puede ser que tuviste a Guillermo Coppola de representante?
— En el 79 tenía para ir a River, pero finalmente el pase me convenía más para ir a Boca. Jugué con Lorenzo de técnico. Cuando llegué a Boca, estuve varios años a Guillermo de representante, es una gran persona. Él representaba a 129 jugadores, pero cuando llegó Diego habló con todos nosotros y se quedó solo con Diego.
—¿Con Maradona coincidieron en Boca?
—Estuve un mes entrenando con él porque después me fui de Boca. Contra Diego jugué un montón de veces, él jugaba para Boca y Argentinos Juniors y yo para otros equipos. Era un extraordinario jugador, no vamos a descubrir nada. Ver las cosas que hacía en las prácticas era algo extraordinario.
—También hubo una anécdota con él cuando se enfrentaron.
—Yo jugaba para Racing y con Diego tenía una afinidad porque estaba Guillermo de por medio. Cuando nosotros fuimos a la cancha de Boca, le digo, “cañitos y sombreritos, conmigo no Diego” y me contestó “pero nooo maestro”. Y así fue. Después que terminó el partido me pidió mi camiseta. No podía creer que me la haya pedido y me preguntó “¿querés que te dé la mia?” y obviamente que la quería aunque yo no era mucho de intercambiarlas. Jamás me imaginé que me iba a pedir mi camiseta.
—¿En aquel momento hubo algún cortocircuito con la barra, puede ser?
—Una vez perdíamos como 5 a 0 con Temperley, el Abuelo (José Barrita) y toda la hinchada se fueron antes de que termine el partido. Al finalizar el partido, (José) Muñoz estaba transmitiendo y el hijo, Carlos Alberto hacía campo de juego. Yo era capitán, me pone el micrófono y al preguntarme qué me parecía la actitud de la hinchada, le digo que “una vez que pagan la entrada, por mí se pueden ir cuando comience o cuando termine el juego, no me afecta para nada”. Se armó un lío bárbaro, durante la semana el Abuelo quería que me retracte. Jamás lo hice, como actitud ellos me dijeron que nunca más iban a corear mi nombre. Yo les dije que hagan lo que quieran, pero a los seis o siete partido ya todo volvió a la normalidad.
—¿Te quedaron muchos amigos de aquella época?
—Siempre hablo con el Chino Benítez, con (Roberto) Mouzo, (Mario) Zanabria, el Mono Berti, Chiche Garrido, (Carlos) Picerni. Voy a las fiestas que me invitan, claro. El fútbol te deja muchas amistadas, vivencias y anécdotas. Hoy están más preparados los futbolistas en el retiro, porque terminas a los 35 años y salías a la vida y no sabes qué hacer porque no estás preparado ni culturalmente, ni a nivel de negocios. Si no hiciste una buena posición económica, salís a enfrentar una realidad que es difícil. Por eso siempre aconsejo a los chicos que si no pintan para Maradona o Messi, tenés que estudiar. Inclusive si terminás con un buen colchón económico, pero no estás bien rodeado y te vas a fundir igual.
—Y como en todas las disciplinas están “los amigos del campeón”.
—A veces no me gusta ir a las fiestas que me invitan porque me entero que de algunos pesares económicos que han pasado compañeros míos que podrían tener un buen pasar. He conocidos compañeros que tenían ocho departamentos, autos importados y lamentablemente terminaron viviendo en una piecita. Yo tuve la suerte de rodearme con dos personas y hacer las cosas bien dentro de todo. Gracias a Dios estoy bien.
—¿El juego cambió de aquella época a la actual?
—El fútbol cambió, para mi es más rápido ahora, hay más roce. Antes te dejaban parar la pelota, era más pausado. Ahora la parte física es el 70 por ciento de todo. Si bien hay jugadores de gran calidad, hoy en día no te dejan mover..
—Y el negocio en el fútbol ha variado mucho también, no.
—No se puede comparar una cosa con otra. Con todos los pases que hice en mi carrera, hoy sería multimillonario.
—¿Nunca se te dio por seguir como entrenador?
—Me recibí en la escuela Pedernera de técnico con 9,5 de promedio. Nunca ejercí, no se me dio porque estuve dedicado a otra cosa, al campo a la forestación.
—¿Y en la actualidad qué equipo te gusta?
—River con los últimos campeonatos que ha ganado es uno de los mejores equipos, pero Boca venía levantando muy bien. Russo lo ordenó mucho al equipo, han levantado el nivel muchos de sus futbolistas
El Gringo, el gran capitán
“Siempre digo que el futbolista tiene que hacerse de dinero porque el fútbol es presente y después se corta. a lo último te aplauden 40 mil personas y te vas a tu casa. Hay que estar bien rodeado de personas”, contó el Cacique que a lo largo de su carrera fue el capitán de grandes equipos del fútbol argentino. Berta nació en Corrientes hace 68 años.