Los festejos de origen celta como el Samhain y Beltane son parte de las celebraciones del paganismo que se conmemoran cada 31 de octubre en los dos hemisferios del mundo. Halloween hace alusión al primero. De qué se trata esta celebración y cómo se globalizó.
Halloween: El origen que da paso a la celebración pagana
"Halloween así como lo conocemos es en realidad una celebración popular moderna que nace en Estados Unidos en el año 1900", introdujo Nadia Freyre, una estudiosa de las artes mágicas en diálogo con Radio La Red Paraná (88.7) y agregó: "Se remonta a una celebración pagana muy antigua que fue llevada por los inmigrantes irlandeses". En ese momento, se celebraba el comienzo de los equinoccios y solsticios pero el Samhain era una de las fechas más importantes: "Se basa en las cosechas ya que la cuestión agrícola era de vital importancia en su época. Su calidad de vida dependía de ello", indicó.
De esta manera cobró popularidad principalmente en el hemisferio norte del planeta y se tomó como un festival o celebración popular, pero en sus orígenes el objetivo es otro. Los celtas festejaban el Samhain cada 31 de octubre ya que se consideraba el día en el que se rompía la barrera del mundo material y el inmaterial: "Es el fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. El período de transición donde el velo entre ambos planos se vuelve mucho más fino y es más fácil comunicarse con espíritus y antepasados", explicó Freyre. Así es que este día es tan especial ya que sería el proceso de "tener contacto con la oscuridad para comprender la luz".
Halloween
El 31 de octubre coincide con la temporada de la última cosecha donde abundaban y se recogían hortalizas, tubérculos y sobre todo calabazas. De allí surge la imagen tan característica de esta fruta: "Además, se utilizaban con linternas dentro para alumbrar el camino a los espíritus y antepasados, y ahuyentar a las entidades negativas de las casas para que no ingresen a hacer daño".
Así surge todo lo que tiene que ver con lo terrorífico como la esencia del Halloween: "Los esqueletos, monstruos, fantasmas y las brujas que se ven las noches de Halloween derivan de este velo entre el mundo espiritual y terrenal que se hace tan finito", expresó Freyre y agregó: "Hace que los espíritus se contacten más fácilmente con el mundo terrenal. Por eso esta alegoría de disfrazarse como estos personajes pidiendo dulces como chantaje o trato para no dañar la casa de la persona".
Finalmente, indicó: "En el hemisferio sur estamos en la mitad contraria de la rueda del año a la que hacemos alusión en Halloween. No celebramos la entrada en el período oscuro, sino en el luminoso. Celebramos la vida y la vitalidad. En nuestro hemisferio festejamos la llegada del Beltane una celebración de origen pagana y antigua donde se celebra el fuego, la vitalidad y el regreso del sol. Es por eso, que celebramos el renacer de toda la vida en la tierra y dentro de nosotros mismos".