"Esperando la resurrección" se denomina el Columbario de la parroquia San Juan Bosco (ubicada en la intersección de avenida Ramírez y Uruguay) que el próximo sábado 31 de diciembre recibirá la bendición del arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari. La ceremonia tendrá lugar luego de la misa de las 19 que presidirá el obispo. Desde la parroquia ultiman detalles en la edificación e invitaron a participar y acompañar este momento.
Paraná: Se bendecirá el Columbario de la parroquia San Juan Bosco
UNO informó de la construcción del Columbario en octubre pasado, cuando dio cuenta de la obra -en el frente de la parroquia- que brindará un lugar cercano, de acceso seguro para depositar allí las cenizas de los difuntos.
El Columbario es un lugar donde descansarán los restos de los muertos, cerca del templo parroquial. Es una edificación con espacios llamados hornacinas, donde se colocan las urnas que contienen las cenizas de la persona fallecida.
La diferencia entre un cinerario y un columbario tiene que ver con la individualidad. El cinerario es un sitio donde se colocan las cenizas en conjunto, sin urna individual. En el columbario, hay espacios, llamados hornacinas, en los que se colocan las urnas con las cenizas de la persona.
Además, UNO dio cuenta de la importancia de un lugar sagrado para el descanso eterno del ser querido en un informe titulado "Cada vez más familias buscan cinerarios como morada final de sus seres queridos".
Al respecto, la Santa Sede posee una Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe, acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación. Este documento nació entre otras cosas porque el aumento incesante en la elección de la cremación respecto al entierro en muchos países.
La Iglesia recuerda con este documento que “sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida.
“Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin, por la autoridad eclesiástica competente”, se indica.
Es así que desde la Arquidiócesis de Paraná comenzaron a surgir espacios sagrados para que las familias puedan llevar las cenizas de sus seres queridos y también tengan un lugar de oración por el descanso eterno de quien partió.
El primer cinerario fue bendecido en la capilla Nuestra Señora de Lourdes (ubicada en calle 25 de Junio y bulevar Sarmiento); posteriormente se inauguró un lugar especial en la parroquia San José Obrero (ubicada en la avenida Pedro Zanni) y también en la capilla Nuestra Señora de la Esperanza en barrio Mariano Moreno. Esta última fue inaugurada este año y recibió la bendición de monseñor Juan Alberto Puiggari en agosto pasado
Ahora será la parroquia San Juan Bosco quien ofrecerá un lugar de fe, con capacidad para 1.800 restos mortales ya que cada hornacina (de 30 por 40 centímetros) de acuerdo al espacio disponible, podrá albergar una, dos o tres urnas.