Según relataron ayer tres testigos del procedimiento, dos policías y un civil, ingresaron al lugar donde parecía funcionar una chanchería y había una casa precaria. Les llamó la atención que una parte del suelo se encontraba alisada, a diferencia del resto. Allí cavaron y encontraron enterrados, entre unos 20 y 40 centímetros bajo tierra, varios tachos de pintura de 20 litros. Al abrirlos, observaron 11 ladrillos de marihuana que pesaron unos 10 kilos. Además, tenían partes de armas y municiones. También indicaron que en la casa había indicios de estar habitada, como restos de alimentos y bebidas alcohólicas.
Hoy será la última jornada de testigos en el juicio con más imputados de pertenecer a una organización narco en el Tribunal Oral Federal de Paraná. Solo resta escuchar a los acusados que elijan defenderse y dar su versión: se sabe que el jefe Gonzalo Caudana y su hijo Matías, van a declarar el lunes. La semana que viene se escucharán los pedidos de condenas de la Fiscalía y los planteos de cada defensor.