De a poco, se van asentando las sospechas sobre el grupo de personas que fue apuntado desde los primeros pasos de la investigación del homicidio de Miguel Ángel Segovia, quien encontró la muerte en forma violenta durante la madrugada del martes en el Volcadero municipal de Paraná. Se aguarda por el resultado de los análisis sobre los elementos secuestrados en los allanamientos realizados horas después del hecho, mientras se siguen sumando testimonios que ubican a los sospechosos en el lugar y al momento del crimen del hombre de 62 años. Se conoció el resultado de la autopsia, que indicó que la víctima recibió una veintena de golpes en el rostro y el cráneo.
El hombre asesinado en el Volcadero recibió 20 golpes
Esta como otras investigaciones por hechos violentos ocurridos en el Volcadero es compleja porque se trata de un lugar de circulación de muchas personas de distintos barrios de la ciudad, así como por la reticencia de testigos a aportar información por temor a sufrir represalias.
Segovia era uno más de quienes van diariamente, mañana, tarde y noche, a trabajar a este sector del barrio San Martín en busca de elementos que luego vendía en los lugares de acopio de materiales. Una hipótesis o una explicación de lo sucedido minutos antes de las 5 del martes, es que mantuvo una discusión con los agresores por el lugar donde estaba revisando los deshechos de la ciudad.
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Los primeros testimonios que logró reunir el personal de la División Homicidios apuntaban a dos personas jóvenes que son las que fueron allanadas en horas de la noche del viernes. Allí se secuestraron prendas de vestir y calzado que fueron secuestrados y enviados al Laboratorio para su examen y la búsqueda de rastros genéticos. Hay expectativas sobre lo que se pueda hallar sobre uno de esos elementos que, a simple vista, podía tener un relación clara con el hecho.
Esas personas afirman que no estaban en el Volcadero aquella madrugada, pero hay testigos que sí los vieron. No solo esto, sino que además hay otras personas que les compraron los materiales que adquirieron en el trabajo de ese mismo día. Estos elementos fueron secuestrados y también están siendo analizados, ya que no se descarta que alguno y más de ellos hayan sido utilizados como armas mortales para los golpes reiterados sufridos por Segovia.
Por otro lado, se conoció el resultado de la autopsia practicada por el cuerpo médico forense del Poder Judicial en la morgue de Oro Verde. Tal como se había adelantado por lo observado a simple vista por los médicos que asistieron a Segovia en sus últimos suspiros en el hospital San Martín, se corroboró que había sufrido numerosos golpes que le desfiguraron el rostro, así como fracturas en el cráneo.
El informe autópsico reveló que en total fueron 20 las lesiones que se encontraron en el cuerpo de la víctima, todas en la cara y la cabeza. Se trata de contusiones y cortes, por lo que se presume que se utilizó un elemento con lados lisos y también con filo, o bien se usaron más de uno con esas características.
Mientras se aguarda por los resultados de los análisis de laboratorio, no se descarta que se realicen más procedimientos en las próximas horas o los próximos días, sobre posibles lugares donde los sospechosos habrían frecuentado así como domicilios de otras personas que podrían haber tenido algún tipo de participación.
La causa está a cargo del fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, de la Unidad de Delitos Complejos.