La necesidad de reubicar la casa sacerdotal "Jesús Buen Pastor" de Paraná, que asiste a los sacerdotes enfermos y mayores de la comunidad y también de otras diócesis, fue el punto de partida para que el Movimiento de Focolares tomara la importante decisión de entregar al Arzobispado el predio del Centro Mariápolis "El Salvador".
Paraná: El Centro Mariápolis de los Focolares se entregó al Arzobispado
Focolare.org
Gran área verde. Que se caracteriza por ser un ambiente confortable y cálido, rodeado de naturaleza.
Centro Mariápolis. Ofrece un espacio excepcional para desarrollar actividades formativas, espirituales y recreativas a grupos de diversos ámbitos.
Fue en la mañana del jueves 20 de abril que se formalizó el proceso de entrega del Centro Mariápolis al Arzobispado de Paraná. Esta área, ubicada en calle Pedro Londero, zona El Brete (al que se llega por el Acceso Norte), será utilizado en un sector como hogar sacerdotal.
Como Centro Mariápolis "El Salvador" el proceso comenzó en 1988, cuando Monseñor Estanislao Esteban Karlic, arzobispo en esos años, le propuso al movimiento de los Focolares tomar en mano la casa donde había funcionado el preseminario y que en ese momento estaba en desuso. El Movimiento de los Focolares se define como una gran y variada familia, es un “nuevo pueblo nacido del Evangelio”, como lo definió la fundadora, Chiara Lubich, que lo inició en 1943 en Trento (Italia), durante la segunda guerra mundial, como una corriente de renovación espiritual y social. Fue aprobado en 1962 con el nombre oficial de Obra de María y difundido en más de 180 países con más de 2 millones de adherentes.
Para los Focolares la propuesta de monseñor fue una providencia muy grande ya que estaban transitando una época de desarrollo muy fuerte del movimiento en toda la zona litoral. Este lugar significó el nacimiento y resurgimiento de la obra de María, movimiento de los Focolares en el territorio, que se fue desarrollando en todos estos años.
Este centro ha sido un lugar de formación para los miembros del movimiento de los Focolares, que también se abrió a comunidades no solamente católicas, sino de distintas iglesias cristianas, de otras religiones y de la sociedad civil. El Centro Mariápolis se convirtió, en un centro de diálogo que permitió crear relaciones de estima y de colaboración con muchas personas.
La necesidad de reubicar la casa del hogar sacerdotal "Buen Pastor", fue vivida desde el Movimiento como una experiencia sinodal de discernimiento comunitario muy importante. Luego de dos o tres meses de discernimiento con un equipo llegaron a la decisión: sentían que debían hacer este acto de amor concreto entregando la casa al Arzobispado.
El jueves 20 se formalizó el proceso de entrega, arribado por un mutuo acuerdo. Asimismo, el Arzobispado, mantendrá la totalidad de los empleados del Centro Mariápolis.
Casa Jesús Buen Pastor
Monseñor Juan Alberto Puiggari, mediante decreto, erigió en julio del 2020 la residencia sacerdotal “Jesús Buen Pastor” con la finalidad de que residan en ella y se les preste el debido cuidado, los sacerdotes que se encuentren en situación de enfermedad o ancianidad, sean de la Arquidiócesis o, en la medida de las posibilidades, de otras iglesias particulares.
Se designó a los presbíteros Benito Vernaz y Miguel Angel Velazco, como miembros del equipo de sacerdotes colaboradores para la atención y acompañamiento de la residencia sacerdotal, y al presbítero Luis Anaya como moderador del equipo, residiendo al efecto en la casa (ubicada en calle Italia 450 de Paraná) y acompañando sacerdotes residentes.
El texto del decreto destaca que durante muchos años la Congregación Religiosa de las Hermanas Siervas de la Divina Providencia, tuvo la caridad de cuidar con solicitud a los sacerdotes ancianos y enfermos de la Arquidiócesis, pero desde hace algunos meses las autoridades de esa Congregación han comunicado que no pueden continuar con esa obra. Por tal motivo, el arzobispo agradeció profundamente la labor y acompañamiento que las hermanas han brindado durante todo este tiempo.