El Club Quique de Paraná será sede del encuentro anual internacional de Pa-kua. La jornada se llevará adelante el próximo fin de semana y contará con la presencia de 250 alumnos, instructores y maestros de diferentes ciudades del país, como así también referentes de las Escuelas de Brasil y de Cerdeña, Italia.
Paraná reunirá a los grandes exponentes del Pa-kua
El Club Quique de Paraná será escenario del encuentro anual internacional. La jornada contará con 250 representantes del país, de Brasil y de Italia.
Para la comunidad este evento significará una actividad deportiva, cultural y turística. Representará un espacio donde practicantes de diferentes recintos del país unificarán criterios y realizarán capacitaciones que luego se aplicarán a la enseñanza. Las diferentes clases serán abiertas a la comunidad, la que podrá participar en forma libre y gratuita.
El instructor de la disciplina, Fabián Monzón, séptimo dan, y Gustavo Romero, Cuarto Dan, integran tes de La Escuela Artes y Ciencias del Cambio que funciona en el Club Quique, brindaron detalles del cónclave que reunirá a los grandes exponentes de la disciplina.
¿Qué es Pa-kua?
“Cuando nos preguntan que es Pa-kua respondemos con el siguiente dicho: Es, en grado mínimo, aquellos que quienes venden de afuera ven”, remarcó Monzón, en diálogo con La Mañana de La Red.
Luego explicó el mensaje: “Hay una cuestión visual, que vos ves en la clase, que es una pequeña parte. El conocimiento, las técnicas de introspección que tiene, lo que te va enriqueciendo como persona, es mucho más completo que cualquier otra técnica”.
Luego agregó: “Si bien es importante todo en nuestra enseñanza, que tiene distintas líneas de conocimientos como la formación marcial, de armas de corte, Tai Chi Kua, reflejo de dinamia, Dao Yin, son distintas técnicas donde una persona puede ir buscando una línea de crecimiento, de acuerdo a necesidad de cada uno. Cada búsqueda se da por una cuestión de necesidad. Nuestra enseñanza tiene distintas líneas donde uno puede ir buscando ese camino de crecimiento interior”.
Monzón practica esta disciplina desde hace 40 años. Los orígenes con el arte marcial se dio en un momento donde armó su mochila para iniciar una aventura en plena adolescencia.
“Tenía 17 cuando empecé a practicar. Buscaba aprender únicamente un método de defensa, porque mi idea en ese entonces era irme de mochilero. Quería aprender a defenderme algo que me sirviera para defenderme en alguna situación difícil”, rememoró.
Mi primer instructor fue Bartolomé Cordo, en un recinto que funcionó sobre calle Córdoba 576. Participé de una evaluación previa, y mi instructor me dijo que los visite, que tenía mi cinto para entregármelo. Mi concepto era que ya había cumplido mi objetivo de aprender pa-kua porque había empezado la práctica para aprender y nada más. Pero cuando recibí el cinto fue como sentirme He-Man”, confesó Monzón.
Gustavo Romero, por su parte, tenía ciertos conocimientos sobre las artes marciales antes de incursionar con esta disciplina. “De joven había empezado a practica Aikido, que es un arte marcial con similitudes a Pa-kua, pero que usa todo lo que es la fuerza del oponente para llevarlo al piso”, diferenció.
“Buscaba algo que, como el Pa-kua, que tiene un montón de cosas para aprender, y hay una parte muy filosófica. Entonces nosotros estábamos en la no competencia, y yo lo que buscaba era algo parecido. Vi una escuela de Pa-kua que había, fui, me gustó, porque tenés un montón de cosas para aprender, y no solamente aprender a defenderse, sino aprender aspectos de la vida, como la disciplina, el respeto, y compañerismo”, detalló Romero, quien lleva 21 años practicando esta actividad.
¿Es un deporte?.
Esta disciplina se caracteriza por no ser competitiva. En este punto el enfoque está orientado a la superación personal. De esta manera se abrió el interrogante: ¿Se puede encuadrar a Pa-kua en el listado de deportes?
“Es una formación marcial”, definió Monzón. “Si el deporte lo conceptuamos desde el punto de vista de la competencia, te tendría que decir que no lo es. La competencia que tenemos es contra la persona que te mira al espejo cuando te lavas la cara, que somos nosotros mismo. La única competencia que buscamos es superarnos nosotros mismos y no ver al compañero de práctica como el contrincante”, detalló.
El rival no es un rival, sino que es una herramienta para nuestro progreso, para nuestra superación, siempre y cuando nosotros cumplamos el mismo rol también con él. Es totalmente recíproco. El punto de vista de competencia lo hacemos con nosotros mismos, tratando de superarnos en distintas facetas. Ahora si lo ves desde el punto de vista físico, si lo es. Si hoy hacemos 20 abdominales, mañana trataremos de hacer 30. Y eso se da en distintos planos”, amplió la idea.
Gustavo Romero, por su parte, califica a Pakua como un estilo de vida. “Nos modifica mucho, inclusive hasta en el mismo comportamiento, te ayuda un montón”, aseveró. “Este arte marcial no es solamente aprender a defenderse. Nosotros nos llamamos Pakuano, y vos podés ser Pakuano haciendo artes marciales, haciendo armas de corte, haciendo reflexología, Feng Shui. Hay un ramo muy grande en lo que cualquiera puede participar y ser parte. También está la faceta de enseñanza donde transmitimos el respeto y a mejorar el autoestima. Para mi, Pa-kua es un arte”, cerró.