El nombre de Enzo Salas, delantero entrerriano de 27 años, recorrió no solo la Liga de Fútbol de Chajarí, sino también el ámbito provincial y hasta nacional en los últimos días. Y no fue por un golazo ni por una consagración, sino por un blooper insólito: tras dejar en el camino al arquero de Independiente de Villa del Rosario, quedó absolutamente solo frente al arco vacío y, cuando todo parecía indicar que llegaba la definición, la pelota le picó antes y terminó mandándola por encima del travesaño. Una jugada increíble que recordó a muchos el histórico error del Ogro Fabbiani con Newell’s ante Rosario Central.
El blooper que hizo famoso a Enzo Salas
Enzo Salas vivió un momento increíble: tras dejar en el camino al arquero, quedó solo con el arco a su merced y la tiró por encima del travesaño.
Por Alan Barbosa
La secuencia del blooper de Enzo Salas.
Lo curioso es que esa acción, que podría haber empañado el partido, se convirtió en anécdota gracias a que Vélez finalmente ganó y mantuvo la cima de la tabla. Además, esa noche Salas se despachó con dos anotaciones. Con 56 puntos, el equipo chajariense es líder absoluto de la general y del grupo B, muy por encima de sus perseguidores.
El blooper de Enzo Salas
En diálogo con UNO, el delantero nacido en Concordia repasó esa jugada que lo hizo protagonista involuntario, pero también abrió su corazón para hablar de su carrera, su presente en Vélez y lo que sueña para el futuro.
“Con respecto a la jugada del gol que erré contra Villa del Rosario, siendo sincero quería que me coma la tierra, que termine el partido ya, que ganemos y nos llevemos el triunfo porque lo primero que se me cruzó es que erré el gol y, al instante, me quedé con la sensación de que nos podían empatar. Por suerte pudimos ganar”, contó Salas, todavía con una sonrisa mezclada con bronca.
Las cargadas no tardaron en llegar. “Después sufrí mensajes de todo tipo. ‘Increíble que erres ese gol’, ‘¿cómo hiciste?’, y otras frases que me decían entre risas. Erran hasta los mejores y esta vez me tocó a mí. Si no erraba, capaz que no pasaba nada y no se hablaba de nada. Lo tomé con gracia, con naturalidad, porque ya estaba errada, ya pasó y son cosas que suceden. Me quería morir, me decía a mí mismo cómo voy a errar ese gol. De todas maneras, a modo de excusa, la pelota me pica mal. Encima yo, en vez de tocarla, quiero sacarme la bronca y patear fuerte. Ahora la jugada quedó como anécdota”.
El delantero reconoce que esa jugada tuvo un peso en el desarrollo del partido: “Por ahí el blooper tapó un poco el rendimiento general, porque ellos se fortalecieron después de que yo haya errado ese gol. Yo creo que estaba haciendo un buen partido y el equipo en general también. El error condicionó el momento, pero somos un plantel que saca los partidos adelante, juegue contra quien juegue. Estoy contento con el triunfo”.
La campaña de Vélez en la Liga de Chajarí es contundente. Con más de 19 puntos de ventaja sobre Tiro Federal, el escolta, el equipo se aseguró el boleto a los playoffs con mucha anticipación. Esa diferencia puede tentar a la relajación, pero Salas asegura que el grupo se mantiene enfocado: “Estamos sobrados de puntos y eso da tranquilidad. Sin embargo, muchas veces esa ventaja te invita a querer relajarte sin darte cuenta. La diferencia está en encontrar la forma de no caer en eso. Juegue quien juegue, encontramos la manera de sacar los partidos adelante. Eso habla del plantel que tenemos. Es una liga difícil y todos los puntos que sacamos son mérito nuestro porque entrenamos tres días a la semana y lo hacemos de buena manera. Queremos seguir peleando arriba para llegar de la mejor manera a los cruces”.
Salas sabe lo que significa ponerse la camiseta de Vélez, un club de tradición en Chajarí. “Es un club que me abrió las puertas, que me da mucho cariño. No me puedo quejar porque siempre me brindó lo mejor. El año pasado, individualmente, siento que fue mi mejor momento. Hoy en lo grupal estamos muy bien, con hambre y con un objetivo claro. Vélez es un club al que quiero, porque en el poco tiempo que llevo acá adentro la gente me demostró su cariño. Uno que es de afuera siempre necesita ese apoyo, porque la mayoría de los chicos son del club y de la ciudad. Caí bien en el grupo y eso me da más ganas de seguir viajando y vistiendo la camiseta de Vélez”.
Enzo Salas vive un gran presente en Vélez
El recorrido del delantero lo llevó por distintos caminos. Se formó en Concordia, con pasos por Comunicaciones y Club Salto Grande, y más tarde emigró a La Plata, donde jugó en las juveniles de Gimnasia y Esgrima hasta 2016. Ese mismo año se sumó a Temperley, donde escribió una página especial en la historia del Gasolero: fue el primer juvenil formado en la pensión del club en debutar en Primera División. Ocurrió el 20 de abril de 2019, en un empate frente a Platense. Ese logro le dio un lugar especial en la memoria del Celeste. Después de ese ciclo, la vida lo llevó nuevamente a Entre Ríos y en 2024 recaló en Vélez Sarsfield de Chajarí, donde hoy es una pieza fundamental del equipo.
Con la mirada puesta en el futuro inmediato, Salas se ilusiona: “El primer objetivo es llegar bien a los cruces y poder consagrarme con Vélez. Es un club con mucha historia en la Liga de Chajarí, que viene peleando hace tiempo con altibajos. La gente te lo hace sentir mucho. Queremos cerrar el año de la mejor manera y, si logramos el título, sería una alegría enorme para los hinchas, para los dirigentes y para los chicos del club que la vienen remando desde hace mucho”.
Más allá del fútbol, Enzo encuentra en su familia el sostén fundamental: “En mi caso, cumple un rol muy importante. Uno deja muchas cosas, por más lejos o cerca que esté. La familia es importante porque se banca las llegadas tarde, los viajes, el frío, el irte los domingos. Con mi familia encontramos ese apoyo y ese cariño con la gente. Estuve casi 10 años afuera y no pude encontrar ese cariño que hoy sí consigo en Vélez. Estoy cómodo y junto a mi familia”.
Con humor, el delantero se animó a dejar un mensaje sobre lo que vendrá: “Si el próximo partido quedo mano a mano, no hay que rezar nada porque estoy seguro que la mando a guardar. La toco nomás y entra sola. De los errores se aprende, espero que quede como pasado y que no vuelva a suceder… porque si no, cuelgo los botines”, bromeó.