El jueves por la tarde, en localidad de Sauce de Luna se vivió una jornada emotiva frente a la presentación de los libros de la escritora entrerriana Fernanda Rivero: "Julieta Riera, lo que no pude decir" (Ana Editorial 2023) y "Julia Isla, la historia de una madre ante el femicidio de su hija" (Ana Editorial 2022). El ciclo Hablemos de Violencia, estuvo organizado por la Municipalidad del lugar en conjunto con el Área de la Mujer, Género y Diversidad.
Fernanda Rivero: "Es importante visibilizar la lucha"
En ese sentido, Fernanda Rivero, periodista, correctora, editora y directora de revista Marga, presentó el libro que relata la historia de Julieta Riera, una joven que en 2020 murió tras caer del octavo piso del edificio más céntrico de la capital entrerriana. Al año siguiente se llevó a cabo un juicio por jurados que tuvo como protagonista al único imputado de la causa: Julián Christe, su novio.
Por unanimidad, el jurado lo decretó culpable y pidieron cadena perpetua. Sin embargo, un año después, el juicio fue anulado provocando conmoción en la sociedad debido a que era la primera vez que sucedía algo así en Argentina. Las sospechas populares de irregularidades se debían a que el imputado es hijo de una exjueza de la provincia. Hoy, la familia de Julieta Riera sigue pidiendo justicia y espera el veredicto de la Corte Suprema de la Nación.
Rivero, su autora, dijo a UNO: “Julieta Riera, lo que no pude decir es una novela de no ficción que relata en primera persona la violencia que sufrió Julieta Riera como así también su última semana con vida. Es la historia del femicidio que conmocionó al país, ocurrido en abril de 2020 en Paraná, Entre Ríos. ¿Qué no pudo decir Julieta? ¿A qué le tenía miedo? ¿Qué pasó la madrugada del jueves? Durante más de un año entrevisté a Ana Brugo, madre de Julieta Riera, y a distintos profesionales que participaron en el juicio por jurados que se llevó a cabo en Paraná en 2021, entre ellos Corina Beisel, abogada querellante de la familia de Julieta y a Carlos Iván Berón, licenciado en Investigación Criminal y quien fue en encargado de recrear la caída de Julieta durante el juicio. El libro es el resultado final de un trabajo periodístico que logró darle voz a Julieta, protagonista de esta historia. No fue fácil el proceso de escritura, pero siempre confié en que el libro iba a ser la herramienta que Julieta no pudo tener. Y así fue, siempre recibo mensajes de mujeres que valoran la historia y se reconocen en ella. A lo largo del tiempo, vaya donde vaya, siempre hay una mujer que al finalizar la presentación se acerca para darme un abrazo y contarme la violencia que sufrió. Porque, lamentablemente, todas, sin importar la edad, hemos sido víctimas de violencia, pero no todas tenemos la suerte de poder contarlo. Entonces la lucha es esa, que el libro sea una herramienta, y lo es. Siento que todo el esfuerzo valió la pena porque hoy Julieta Riera está en el corazón de miles de mujeres y su nombre es sinónimo de lucha”.
Por otra parte, al finalizar la primera presentación, llegó el turno del segundo libro. Obra que relata la historia de Julia Isla, una madre que desde 1998 pide justicia por el femicidio de su hija. En esa oportunidad, la publicación fue presentada junto al periodista y director de Ana Editorial, Pablo Felizia, quien junto a Rivero escribió el libro. En 2021, los escritores recibieron una Beca del Fondo Nacional de las Artes y viajaron a Chajarí. Allí, en la ciudad del norte entrerriano, entrevistaron personalmente a Julia Isla, estudiaron el expediente y se interiorizaron en la causa de la desaparición y muerte de la joven.
“Julia Isla tiene una historia para contar y un conjunto de verdades sobre el femicidio de Alejandra Martínez, su hija. En 2021 iniciamos el estudio del expediente judicial, recorrimos Chajarí, hicimos entrevistas y leímos toda la bibliografía que encontramos sobre el caso. Por recomendación de especialistas, en este trabajo fueron cambiados tres nombres que aquí aparecerán como Juan, Gabriel y Matías. Los tres están muertos. Alejandra Martínez fue vista con vida por última vez el sábado 12 de diciembre de 1998. Un mes después, en un monte, a diez kilómetros de Chajarí, de casualidad encontraron su cuerpo. Hubo un juicio que metió en la cárcel a la expareja de Julia Isla, pero luego lo dejó en libertad por falta de pruebas. Durante más de dos décadas, la madre de Alejandra Martínez anotó en un cuaderno todos los datos certeros que recolectó sobre el femicidio de su hija y aquí cuenta su verdad. Junto a Julia Isla y a uno de sus hijos, llegamos hasta el mismo cañadón donde veintidós años atrás habían escondido el cuerpo de Alejandra; debimos caminar dos mil metros en un monte de eucaliptos. En ese mismo lugar, Fernanda Rivero tomó las fotografías que ilustran la tapa y la contratapa del libro. Minutos antes, Pablo Felizia pudo entrevistar a Panozzo, el hombre que halló el cuerpo gracias a un cambio en la dirección del viento”, dicen los autores en el prólogo.
María Rosa Wetzel, secretaria de cultura de Sauce de Luna, dijo a UNO: “Estoy muy agradecida por todo lo que vivimos ayer. Fue un espacio de gran sensibilidad que me conmovió y nos conmovió, porque eso lo escuché de muchas compañeras. Lo que pudieron transmitir a partir de la reconstrucción de los hechos, realmente mostró un arduo trabajo de investigación, el proceso de escritura del libro, en el modo que lo fueron relatando, expresa fielmente el trabajo sistemático y organizado que han realizado para realmente poder poner en valor la voz de estas jóvenes que ya no están. Vuelvo a decir, como lo expresé ayer, que este trabajo que trajeron a nuestro pueblo representó para nosotros un símbolo muy importante, el símbolo de la lucha de tantas mujeres por la igualdad social con respecto a los hombres. Si bien hay muchos derechos conquistados, por eso podemos decir también que este 8M es un día de celebración, porque también es un día que empodera la lucha histórica que llevan adelante las mujeres, que llevamos cotidianamente. También es un modo de poner en valor todo este trabajo, este empoderamiento que han logrado las mujeres. Estamos agradecidos y esperamos nuevamente que puedan seguir acompañándonos, porque esto habla también de un trabajo muy fuerte, una apuesta por la cultura que debemos sostener, que debemos reivindicar, porque la cultura habla de generar derechos, y eso es lo que hoy estamos reconstruyendo en cada acto, en cada homenaje que se está haciendo. Un abrazo desde acá, a la distancia, para todos los lectores y decirles que los tenemos muy cerca y los llevamos en nuestro corazón. Gracias por la amorosidad que hay en la escritura y por esa búsqueda permanente por reconstruir derechos”.
Además, en exclusiva, Julia Isla envió un mensaje desde Chajarí para todos los lectores de UNO: “Tenemos mucho camino por recorrer todavía para afianzar y potenciar los derechos de la mujer. Hoy en día debemos plantarnos, más en estos días que recorren, debemos plantarnos y ser solidarios, ver el dolor del otro, acompañar, no juzgar. Debemos tener una mirada más amplia en lo que tiene que ver en violencia. Aunque en estos últimos tiempos no se ha hablado ni hay mucha difusión sobre la misma, no quiere decir que no exista. Siguen avasallando los derechos de la mujer, tanto en el orden cotidiano de una familia común, como también en el ámbito laboral, judicial y policial también, porque hay miles de casos que quedan ahí, en la nada, esperando una resolución y la víctima y sus familiares siguen sufriendo. Nos queda un largo camino por recorrer. Todos tenemos derecho a la vida, a la educación, a la salud y a la justicia tan ausente hoy en día. Me alegran muchísimos los avances, pero también me entristece mucho la ausencia. Pero bueno, seguiremos firmes. Seguiremos aportando nuestro granito de arena para que se haga justicia”.
Por todo lo mencionado, jóvenes y adultos, el jueves dejaron ver su emoción y expresaron su agradecimiento a los autores que se presentaron en su ciudad. Rivero aseguró: “Todo lo que hago es para honrar y valorar la historia de mi abuela, la historia de mi madre, la historia de mis hermanas y de todas las mujeres. Nací para contar historias, no imagino la vida de otra forma. Mi abuela no podía comer en la misma mesa que su padre porque ella y su madre debían servir, no comer. Después, cuando él y sus hermanos se acostaban, ellas comían lo que sobraba. De allí vengo, eso fuimos. Sin memoria no hay historia, y sin justicia no hay dignidad que valga. Por Julieta, por Alejandra, por Julia, por Ana, por ustedes y por mí, la lucha sigue, siempre”. La autora volverá a presentar sus libros pero las próximas fechas serán en Paraná. Por un lado, Rivero se presentará el viernes 15 a las 19 en La Vieja Usina, y el sábado16 en el Almacén de los 33 a las 20.