La película más polémica del año es Trolls World Tour’. ¿Por qué? Así de inocua como pueda parecer una cinta animada llena de música y color, el estreno digital de la secuela de Trolls ha ocasionado una tormenta en la industria cinematográfica. Justo cuando la pandemia empeoraba y las salas de cine cerraban, Universal Pictures pasó el estreno a video a la carta (on demand), poniéndose a la cabeza de un cambio drástico en la forma de exhibición.
El día que una animación sacudió al cine
Universal calificó el estreno digital de Trolls World Tour como un éxito e insinuó que este podría ser el comienzo de un mar de cambios en cuanto a cómo lanza sus películas. Los propietarios de los cines difirieron ampliamente. AMC Theaters, la cadena más grande de Estados Unidos, señaló una guerra sin cuartel al decir que ya no exhibirá películas de Universal.
Aunque pocos anticiparon que una explosión de brillantina como Trolls World Tour desataría una refriega, esta se veía venir. Netflix, Amazon y otros servicios de streaming han roto en años recientes la ventana de exhibición tradicional de la industria de 72 a 90 días (y por tanto sus filmes han sido excluidos de las grandes cadenas de cine), y los grandes estudios a veces se han visto tentados a probar su propia suerte yendo directo a los hogares.
El martes, el director ejecutivo de NBCUniversal, Jeff Shell, dijo al Wall Street Journal que al estreno digital de Trolls World Tour le fue lo suficientemente bien como para demostrar la viabilidad de los estrenos directamente en los hogares. Indicó: “Una vez que los cines reabran esperamos lanzar películas en ambos formatos”.
El Journal reportó que en tres semanas de venta on demand por 20 dólares Trolls World Tour ha recaudado unos 95 millones de dólares. El estudio, que normalmente se divide las ventas aproximadamente a medias con los cines, se embolsó unos 75 millones de dólares de ese monto. Un vocero de Universal no refutó esas cifras.
En comparación, Trolls de 2016 facturó 116 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá y 346,9 millones de dólares a nivel mundial. La secuela costó unos 90 millones de dólares, según reportes, sin incluir costos de mercadeo que probablemente excedieron los 50 millones de dólares.
El que ese desempeño represente un “éxito”, o sea meramente un experimento interesante en la era de la pandemia ha sido tema de debate. Bajo la orden de quedarse en casa, los cinéfilos están varados. Trolls World Tour se benefició de ser el primer estreno en su tipo durante la crisis. Y aun en esas circunstancias extremas, ha recaudado bastante menos que la cinta original. Los alquileres también se habrían comido otras fuentes de ingreso derivadas del entretenimiento en casa.
“Universal no tiene razones para usar circunstancias inusuales en un ambiente sin precedentes como trampolín para saltarse los verdaderos estrenos cinematográficos”, dijo John Fithian, presidente y director ejecutivo de la Asociación Nacional de Dueños de Cines (NATO, por sus siglas en inglés). Destacó la irremplazable y “entrañable experiencia inmersiva y compartida” de ver una película en cine, y agregó que muchas familias hubieran acudido en masa a ver Trolls si “el mundo no estuviera secuestrado en casa”.
AMC Theaters fue más allá. El director ejecutivo Adam Aron dijo que su compañía rompía relaciones con Universal desde el martes. Insistió en que la política continuaría una vez que reabran los cines, aplicaría a sus salas en todo el mundo y que “no es una amenaza vacía o apresurada”.
Aron dijo que AMC haría lo mismo con cualquier distribuidor que “abandone unilateralmente las actuales prácticas de exhibición sin que haya negociones de buena fe entre nosotros”. Declaró que no habrá más discusiones, que las “décadas de actividad de negocios increíblemente exitosos juntos han llegado tristemente a su fin”. El martes por la noche, Universal respondió que estaba decepcionada con las declaraciones de AMC y NATO.
“Creemos absolutamente en la experiencia cinematográfica y no hemos declarado en ningún momento lo contrario”, dijo Universal, agregando que consideraría el video on demand “cuando ese medio de distribución tenga sentido”.
Universal ha sido más audaz que otros estudios. Un día antes dijo que viraría otro próximo estreno, la comedia de Judd Apatow The King of Staten Island a video on demand. También puso rápidamente on line cintas como The Hunt (La cacería) y Emma, que se estrenaron en cines justo antes de los cierres.
Pero el estudio no es el único experimentando. Warner Bros pondrá la cinta de Scooby-Doo “Scoob!” (“Scooby!”) disponible para alquiler digital el próximo mes en lugar de esperar que reabran los cines, en tanto que Disney estrenará “Artemis Fowl: El mundo subterráneo” en su servicio de streaming Disney Plus.
Algunos estudios simplemente les han vendido películas a otros servicios, como el caso de Netflix, que adquirió la comedia de Paramount Pictures “The Lovebirds”, que originalmente iba a estrenarse en cines la primavera boreal.
Hasta la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas se ha visto obligada a acoger el streaming. Días atrás anunció que permitirá que películas que no llegaron a estrenarse en pantalla grande -por años un tema candente para los Oscar- compitan el próximo año en los Premios de la Academia.
Entre tanto, las cadenas de cines están lidiando con las pérdidas derivadas de un cierre indefinido. AMC emitió a principios de mes una oferta de bonos de deuda por 500 millones de dólares para mantenerse a flote y ha puesto bajo licencia a unos 26.000 empleados y ejecutivos, Aron incluido.
Pero aún está por verse si el video a la carta, más conocido como on demand, es un reemplazo de la taquilla o meramente una curita útil en tiempos sin precedentes. ¿Podría una película más cara compensar los 500 millones o 1.000 millones de dólares de la taquilla? Por ahora, sólo títulos como “Trolls”, “Scoob!” y “Artemis Fowl”, todas películas destinadas al universo infantil, están probando las aguas. Las producciones más grandes, como “Black Widow” (“Viuda Negra”) de Disney/Marvel; la entrega de James Bond “No Time to Die” (“Sin tiempo para morir”) y “Wonder Woman 1984” (“Mujer Maravilla 1984”) están esperando que pase la pandemia. También aguarda “F9” de Universal, cuyo estreno se pasó del verano boreal al próximo año. Las nueve películas previas de la franquicia de “Fast & Furious” (“Rápidos y furiosos”) han amasado en conjunto casi 6.000 millones de dólares en la taquilla mundial. ¿Estaremos ante el comienzo de una nueva era en el mundo del cine?