La Policía bonaerense allana el domicilio particular del médico de Diego Maradona, Leopoldo Luque, y su consultorio, en el marco de la investigación de las circunstancias en que ocurrió la muerte del exfutbolista. Las medidas se adoptaron tras las declaraciones de las tres hijas de Maradona: Dalma, Gianinna y Jana.
La muerte de Diego Maradona: allanan e imputan a Luque
El médico Luque quedó imputado del delito de "homicidio culposo". Fue notificado formalmente de sus derechos este domingo por la mañana, mientras se allanaba su domicilio en la localidad bonaerense de Adrogué, y su consultorio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por pedido del equipo de fiscales encabezado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad; e integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren; y por la fiscal de Benavídez, Laura Capra.
Esta notificación no implica un llamado a indagatoria ni una medida restrictiva de la libertad, sino que se le informa que está siendo objeto de una investigación por la posible comisión de un delito.
Los allanamientos fueron ordenados la justicia de San Isidro a partir de que Giannina, Dalma y Jana declararon en contra de las actuaciones del médico. El juez de garantías Orlando Díaz autorizó los procedimientos, en los cuales secuestraron documentación como la historia clínica de Diego Maradona e información relacionada con su tratamiento, para determinar si hubo irregularidades en los cuidados médicos.
Uno de los procedimientos ordenados por el juez se llevaba a cabo en un domicilio de la calle 30 de Septiembre al 1800, de la localidad de Adrogué, en la zona sur del conurbano, donde se encontraba el último médico del exastro futbolístico fallecido el miércoles pasado.
En los procedimientos, los funcionarios policiales y judiciales buscaban historias clínicas, computadoras, teléfonos celulares y documentación de interés para la causa que quedó caratulada como "homicidio culposo". Este delito implica que los fiscales a cargo del expediente investigan si hubo negligencia médica en las circunstancias que llevaron a la muerte de Maradona el miércoles pasado, a los 60 años, en su casa del barrio San Andrés de Tigre.
La investigación sobre las circunstancias de la muerte de Maradona se centra, al mismo tiempo, en el análisis de la voluminosa prueba documental que comenzó a llegar a la fiscalía sobre sus tratamientos médicos y sobre cómo funcionaba su internación domiciliaria, en tanto que el miércoles se iniciarán los estudios complementarios a la autopsia, claves a la hora de develar si algún otro factor influyó en las causales del deceso.
Entre esos documentos, los fiscales ya recibieron e incorporaron formalmente a la causa, el informe que la enfermera Dahiana Gisela Madrid reconoció haber confeccionado por imposición de sus superiores en la empresa "Medidom" -la que aportaba el staff de cuidadores- y que sólo lo tenían por una foto del mismo que circulaba entre periodistas.
En ese reporte, Madrid le dijo a los investigadores que asentó falsamente por indicación de sus jefes que a las 9.20 había ingresado a la habitación para hacer un control de signos vitales, y Maradona se negó.
En su declaración bajo juramente dijo que aquella mañana escuchó movimientos en la habitación, pero que lo dejó descansar y sólo ingresó al mediodía, cuando llegaron la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz.
La llamada al 911
Otro material que existe en la causa es el audio de la llamada de Luque al 911 para solicitar una ambulancia para que concurriera al barrio privado San Andrés, de Tigre, para asistir al exfutbolista el día de la muerte. El médico pidió la unidad de emergencias para una persona "con un paro cardiorrespiratorio" y evitó dar el nombre de Diego Maradona.