Este martes se conmemora el 11° aniversario de la sanción de la Ley 26.743 de Identidad de Género. Esta normativa fue la primera en el mundo en respetar la autopercepción de la persona sin requisitos como diagnósticos psicológicos ni intervenciones quirúrgicas sobre el cuerpo.
La Ley de Identidad de Género cumple 11 años
A través de las redes sociales el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad remarcó: "Hace 11 años, por la lucha incansable de los movimientos de la diversidad, el pueblo argentino conquistaba un hito histórico: el reconocimiento legal de la identidad de género". Además, la cartera encabezada por Ayelén Mazzina se remarcó: "Hoy, seguimos trabajando para que la implementación de la Ley 26.743 sea una realidad en todo el país".
LEER MÁS: Respetar la identidad de género, clave para la salud integral
Por su parte el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) reafirmó su "compromiso para garantizar los derechos de todas las personas, en tiempos de avanzada de los discursos de odio", a través de un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter en el que también reafirmó que esta ley fue un "hito alcanzado con la lucha de los movimientos LGBTIQ+".
La normativa se caracteriza por reconocer la identidad de género como un derecho y la define como "la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente y puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento". En este sentido, establece el "derecho al trato digno" que implica el respeto al nombre y pronombre/s elegidos en el documento, registros, legajos o cualquier otra gestión o servicio, inclusive en consultas médicas o establecimientos educativos.
Asimismo, la ley fija el cambio registral de nombre e identidad de género de forma gratuita y sin la intervención judicial y se recalcó que este procedimiento es un derecho, pero no una obligación. En 2021 se incorporó la nomenclatura 'X' como opción para el DNI y el pasaporte, así como en el registro de conducir.
Esta fue la primera ley a nivel mundial en respetar la autopercepción de la persona y no requiere diagnósticos psicológicos, psiquiátricos ni intervenciones quirúrgicas por reasignación genital.