Durante la apertura de sesiones del Congreso, el presidente Alberto Fernández mantuvo un fuerte cruce con el diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias, luego de que el legislador de la oposición buscara interrumpir el discurso del mandatario en reiteradas oportunidades .
El fuerte cruce Alberto Fernández con un diputado del PRO
"Usted tuvo cuatro años para hablar", le respondió Fernández a Iglesias, quien desde una de las últimas filas del recinto de la Cámara de Diputados, la emprendió primero contra la vicepresidenta Cristina Fernández, a quien le pidió "acate la ley, póngase el barbijo", y luego contra Alberto Fernández.
Al inaugurar el 139° período de sesiones ordinarias con un mensaje ante la Asamblea Legislativa, presidente Alberto Fernández anunció este lunes que impulsará la apertura de una "querella criminal" destinada a determinar delitos en el endeudamiento que asumió el Gobierno de Mauricio Macri, a la vez que enumeró diversas iniciativas para mejorar el servicio de la administración de justicia.
Fernández sostuvo que instruyó "para que se inicie una querella criminal para determinar quiénes fueron los autores de la mayor administración fraudulenta y malversación de caudales públicos de la historia", en alusión a la toma de deuda entre 2015 y 2019.
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El cruce más contundente durante la Asamblea Legislativa tuvo lugar cuando Fernández mencionó la política de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el otorgamiento de un crédito de casi 50 mil millones de dólares adquirido por la administración del expresidente Mauricio Macri.
En esa oportunidad, el mandatario señaló que, gracias a la renegociación de la deuda con los acreedores privados, "se logró un ahorro de 34 mil millones de dólares".
"Emitieron deuda por 20 mil millones de dólares", gritó Fernando Iglesias ante esa aseveración, y provocó el único momento en el que Fernández se desvió de su discurso para responderle: "Usted tuvo 4 años para hablar, por qué no me deja hablar a mí, por favor".
Esa manifestación del Presidente motivó un cerrado aplauso de la bancada oficialista y de los ministros que presenciaron la Asamblea Legislativa desde los balcones del primer piso de la sala de sesiones de la Cámara de Diputados. Mientras tanto, la vicepresidenta Cristina Fernández intentó tranquilizarlo con su mano izquierda.