Un episodio artístico impactante sacudió el Museo de Cera de Madrid cuando Nicolás Miranda, artista chileno-argentino, irrumpió con cómplices para una intervención inédita. En solo media hora, expuso a Javier Milei como perro faldero de Trump, generando gran revuelo mundial por su fuerte carga simbólica y crítica política.
Un artista expuso una obra que muestra a Milei como perro faldero de Trump
Un artista irrumpió en el Museo de Cera de Madrid y expuso una obra que muestra a Milei como perro faldero de Trump, generando gran polémica internacional.
Un artista expuso una obra que muestra a Milei como perro faldero de Trump.
La intervención tuvo lugar en la recreación escenográfica del Despacho Oval de la Casa Blanca, donde el museo exhibe figuras de cera de personajes como Donald Trump, Melania Trump y Barack Obama, todas a escala humana. Miranda instaló un muñeco con la cara del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, caracterizado como el personaje de películas de terror Chucky, sentado en el sillón presidencial. A los pies de Donald Trump, ubicó una figura con la cara de Javier Milei representado como un perro faldero. Además, tres ratas con las caras de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; y Santiago Abascal, líder del partido de derecha Vox, quedaron dispersas en el piso.
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El artista tituló su intervención "Child's play", en referencia a la película protagonizada por Chucky, y explicó a la prensa que buscó "reflejar la decadencia occidental contemporánea". En sus redes sociales, detalló: "El proyecto 'Child’s play' se sitúa en tiempos convulsos y hostiles, en los que el instinto feroz de supervivencia animal se impone sobre la razón humanitarista".
Miranda, que se define como artista de acción y arte contextual, explicó: "Yo trabajo el arte de acción y el arte contextual, que tienen que ver con leer situaciones ya dadas, en este caso la escena que hay en el museo, y mezclarlas con situaciones a nivel global, como es el genocidio en Gaza". Sobre su motivación, fue contundente: "A mí me interesa el lenguaje y, siendo sincero, tocar los cojones".
En referencia al contenido de su obra y la forma en que se presenta, agregó: "Evito el panfleto" y buscaba montar un "retablo de ultraderecha" para mostrar la "paradoja" y las "contradicciones del sistema". Además, aludió a la teoría situacionista de Guy Debord para explicar la inspiración detrás de la intervención: "Entonces, a partir de esa ensalada yo ya puedo operar similar, entonces, puedo poner a estos personajes de la derecha desde una mirada bizarra cinematográfica, que en el fondo se remite a la cuestión de sociedad del espectáculo".
Miranda ya había sido noticia en España tras instalar una escultura a tamaño real del rey emérito Juan Carlos disparando un rifle a la emblemática escultura del Oso y el Madroño en la Puerta del Sol de Madrid.
Sobre la acción en el Museo de Cera, afirmó: "Refácil". Detalló el modus operandi: "Investigamos el museo, las cámaras, el sistema de vigilancia, todo. Fuimos cinco personas, pagamos la entrada, entramos con mochilas y colocamos las piezas en el despacho. En media hora armamos y desarmamos todo sin problemas. Nos llevamos las esculturas porque no queríamos tener conflictos legales después". También destacó que el museo estaba casi vacío y que "nadie del museo advirtió nada".
Esta intervención artística, aunque breve, se transformó rápidamente en un fenómeno de discusión pública, poniendo sobre la mesa una crítica directa a figuras políticas internacionales y a la dinámica del poder en el contexto global actual.


















