El expresidente y actual senador José Mujica dijo hoy que con la destitución de Dilma Rousseff en Brasil se consumó "un golpe de Estado que estaba anunciado desde hacía rato".
Mujica sobre Brasil: fue "un golpe de Estado anunciado desde hacía rato"
Mujica es el orador principal en un acto que el Pit-Cnt realiza "en apoyo a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que fuera electa por más de 54 millones de brasileros en 2014 y que será destituida hoy producto de maniobras que viene efectuando la derecha en Brasil".
En otra parte de su oratoria, el expresidente uruguayo dijo que el proceso en el gigante vecino "tiene muchas enseñanzas" y afirmó que "la compañera Dilma no tuvo cancha para negociar, y sobretodo desconcertó a mucha gente de su propia fila porque quiso hasta frenar el peso de la crisis económica con algún tipo de medida relativamente conservadora en el seno de su economía".
Mujica calificó el proceso de destitución como "una simple pantomima" y agregó que "la oposición brasileña es demócrata cuando le conviene, no aceptaron la derrota en las urnas".
Varios países retiraron sus embajadores.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, criticó con dureza al sistema político brasileño tras la votación en el Senado que confirmó la destitución de Dilma Rousseff como presidenta.
Correa dijo en su cuenta de Twitter que lo que ocurrió en la votación fue "una apología del abuso y la traición", manifestó su solidaridad para con Rousseff y Lula Da Silva y anunció que retirará al embajador ecuatoriano de la nación norteña.
El martes, el mandatario boliviano, Evo Morales, había manifestado su apoyó a la ahora presidenta destituida, y anunció que su gobierno tomaría la misma medida que adoptó Ecuador, en caso de que se aprobara el impeachment.
Por su parte, el gobierno argentino expresó su "respeto al proceso institucional" en Brasil.