Una serie de datos que ponen en tela de juicio el rol del gobierno de China en la pandemia de coronavirus que castiga a todo el mundo y que tendrá un efecto sobre la economía global con consecuencias aún impredecibles. Por un lado, el país donde se originó el coronavirus, modificó la cifras de muertos. Al mismo tiempo, un experto de Cambridge, afirma que virus comenzó a circular mucho antes de lo informado por Beijing. Por todo esto, y una serie de sospechas que se agigantan, los líderes mundiales ya advierten que el país asiático deberá dar explicaciones.
Coronavirus: crecen las dudas sobre el rol de China
Cambio de cifras
China corrigió este viernes en un 50% su cifra oficial de muertos por el coronavirus en la ciudad de Wuhan, donde el virus fue reportado por primera vez, y aumentó en 325 las infecciones y en 1.290 las muertes ocurridas allí, en medio de críticas sobre los criterios de conteo y una eventual subestimación del número real de víctimas.
Tras la corrección, el número total de casos registrados en la ciudad es de 50.333, con 3.869 muertes, según la Comisión Nacional de Salud de China, que admitió un aumento del 50% de los casos fatales respecto a las cifras reportadas inicialmente (2.579) en Wuhan.
¿Dónde y cuándo se originó realmente?
Expertos de la inglesa Universidad de Cambridge, plantearon que el surgimiento del brote de coronavirus Sars-CoV-2 pudo darse mucho antes de que los datos oficiales que indica el régimen de China e incluso en otra ciudad diferente a Wuhan, la que desde un comienzo se nombró como el epicentro de la pandemia por COVID-19. En principio, los académicos indicaron que la cepa nació más al sur que esa urbe y tres meses cuatro meses antes de lo anunciado.
De acuerdo a los analistas, el virus mutó desde su génesis hasta la actualidad y que las cepas estudiadas indican que el primero de ellos podría estar incluido en una ventana que abarca desde el 13 de septiembre hasta el 7 de diciembre. Peter Forster, genetista de la más prestigiosa casa de estudios de Inglaterra, señaló en su informe que “el virus puede haber mutado en su forma final ‘eficiente humanamente’ hace meses, pero permaneció dentro de un murciélago u otro animal o incluso humano durante varios meses sin infectar a otras personas”.
El científico continuó explicando que luego “comenzó a infectar y a esparcirse entre humanos entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre”. El ensayo fue presentado ante la revista de Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias y reproducido por South China Morning Post.
Advertencia de líderes mundiales
En una entrevista publicada el jueves por el Financial Times, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, hizo un llamado a no ser "inocentes" frente a la forma en que China manejó la gestión del coronavirus. Según el jefe de Estado francés no se pueden comparar los países donde circula libremente la información, con aquellos en los que la libertad de expresión está restringida.
Ante la pregunta de si los regímenes autoritarios manejan mejor este tipo de crisis, Macron pidió espíritu crítico: "Existe una especie de ingenuidad que consiste en decir que (la estrategia China) es mucho más fuerte. No lo sabemos. E incluso, obviamente, hay cosas que pasaron y que no conocemos".
En tanto, Londres advirtió que el gigante asiático deberá responder “preguntas difíciles” tras la crisis sobre la propagación del coronavirus, y aseguró que la cooperación con Beijing no podrá continuar “como si nada hubiera pasado”.
“Tenemos que examinar todos los aspectos, y de una manera equilibrada, pero no hay duda que todo no puede continuar como si no hubiera pasado nada, y tendremos que plantear preguntas difíciles sobre la aparición del virus, y sobre porqué no pudo ser parado antes”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, en rueda de prensa tras una reunión telemática del G7.
Falta de transparencia
China se encuentra bajo una presión creciente en relación a la pandemia por parte de las potencias occidentales, con Washington a la cabeza, que ha planteado sucesivas dudas sobre la transparencia china en relación al tema.
Hoy, el portavoz de la cancillería china, Zhao Lijianel salió al cruce de esas acusaciones y negó haber ocultado datos, informó la agencia china de noticias Xinhua.
"Debido al trabajo duro de los médicos, existen razones objetivas que provocaron la demora y omisiones de registro, pero en ningún caso se trata de que se ocultaran los datos, no lo permitiremos", dijo el vocero quien reiteró que el Gobierno chino "mantiene una posición transparente y brinda información a tiempo a todos los países."
El funcionario enumeró entre las causas del error el creciente número de casos en la etapa inicial de la epidemia, la capacidad de admisión en las instituciones sanitarias, que el personal médico estaba preocupado por salvar a los pacientes, lo que resultó en informes tardíos, perdidos y erróneos.
Al mismo tiempo el portavoz rehusó comentar la posibilidad de que representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tengan acceso al laboratorio en Wuhan, de donde, según varios medios estadounidenses, escapó el virus.
Expertos y estudios aseguran que tanto los contagios como como las muertes por el Covid-19 se han subestimado en varios países, particularmente los miles de fallecidos con síntomas de coronavirus en geriátricos que han sido devastados por la enfermedad.