El metro cuadrado para construir una vivienda urbana resulta cada vez más inalcanzable: los costos de la construcción se dispararon en el último año por encima de la inflación general, y se da en un contexto de un fuerte estrangulamiento del poder adquisitivo.
Construir una vivienda tipo ya cuesta unos 2,5 millones de pesos
La variación en el rubro, en enero fue del 5,20%, el doble de la inflación. Falta de crédito e incertidumbre económica afectan cualquier ilusión
1 de marzo 2019 · 00:08hs
En un contexto de recesión, pérdida de ingresos y de empleos, e incertidumbre económica, la casa propia resulta una aspiración lejana entre las prioridades de las familias. Más aún cuando se conocen los costos que demanda la construcción de una vivienda.
En su último reporte mensual de costos y precios, el Colegio de Arquitectos de Entre Ríos reveló que el metro cuadrado de la construcción resultó de 21.396,65 pesos, correspondiente al primer mes del año. El cálculo refiere a una vivienda urbana, e incluye montos de materiales, mano de obra y equipo, representando lo que se denomina el "gasto directo de la obra o de un trabajo".
De ese modo, construir una vivienda tipo cuya superficie sea cercana a los 116 metros cuadrados, alcanza un valor de 2.492.710,28 pesos, calculó la institución. Hace un año el monto era casi la mitad: con un valor del metro cuadrado de 13.948 pesos, levantar la casa costaba 1,4 millones de pesos.
Entre los distintos rubros que componen el costo de la construcción –incluida la mano de obra–, asoman como los más significativos la mampostería (21,60%); el levantamiento de la estructura (11,89%); carpintería (9,71%); trabajos preliminares a la obra (7,89%); instalaciones sanitarias (8,05%); revoques (6,23%); pisos (6,21%); cubiertas (5,18%) e instalaciones eléctricas (4,78%). Los otros componentes son los valores correspondientes al movimiento de tierra, capas aisladoras, contrapisos, cielorrasos, revestimientos, zócalos, pintura, vidrios, entre otros.
La ecuación cae si se coteja con una vivienda de menor superficie: para una de alrededor de 75 metros cuadrados habría que desembolsar más de 1,6 millones de pesos.
Para una u otra, de mayor o menor superficie, el monto parece inalcanzable, luego de un 2018 donde se registró la mayor caída del salario real desde 2002, según las propias estadísticas oficiales.
Además, coincide con la inexistencia de crédito hipotecario. La crisis financiera y el proceso inflacionario llevó a que no haya oferta de este tipo en las instituciones bancarias, y que tampoco el Estado nacional proporcione herramientas para favorecer su accesibilidad. La última iniciativa de este tipo fue el Procrear Joven –destinado a personas entre 18 y 35 años–, a través de la controvertida modalidad de crédito UVA, que se actualiza tanto por el valor del dólar como por la inflación.
Al alcance del público masivo solo hay algunos planes de viviendas que se ejecutan con fondos del gobierno provincial, y del municipio. Mientras tanto, avanza el complejo de 600 Viviendas del Procrear, que se levanta en un predio ubicado entre calles Pablo Crausaz, General Gerónimo Espejo, General Sarobe y avenida Ejército. El desarrollo urbanístico arrancó en 2013, y aún no tiene fecha cierta de inauguración.
Déficit
Las últimas estadísticas revelan que en la provincia hay aproximadamente un 15% de familias que son inquilinas. Aunque en realidad el déficit habitacional también lo marca que en algunas viviendas hay más de un hogar; es decir conviven dos familias por distintas razones.
La problemática de la vivienda propia se ha ido agravando con el paso de los años, y quedó en evidencia entre los dos censos nacionales (2001 y 2010), ya que del 70,4% de hogares habitados por propietarios, cayó al 68,5% en la última medición. Excluyendo a aquellos que habitan en terrenos sin regularizar su dominio, el déficit de la vivienda propia alcanza a no menos de 50.000 familias.