Andrés Bogado fue uno de los tantos pibes que armaron sus bolsos y dejaron su hogar natal para trasladarse a Buenos Aires. De adolescente el paranaense se radicó en la Gran Ciudad para sumarse a las categorías formativas de Boca Juniors a inicios de 1989. En el Xeneize comenzó a realizar su recorrido en las formativas a partir de Séptima División.
Boca Juniors: "Lamenté no sacarme una foto con Diego"
Por Matías Larraule
Transitó en todas las categorías. Se transformó en goleador del torneo de Reserva oficiando como mediocampista zurdo en los tiempos donde los encuentros se disputaban en la previa del partido de Primera División, a modo de preliminar.
Sus buenos rendimientos le permitieron sumarse al plantel superior. César Luis Menotti lo convocó para formar parte de la delegación del elenco de La Ribera que se preparaba para visitar a Rosario Central en el Gigante de Arroyito. “Debuté en Primera División el 6 de noviembre de 1994. Es un momento que no olvidaré jamás y mucho más porque mi familia estuvo presente en el estadio”, rememoró Bogado, en diálogo con Ovación.
El ex-mediocampista describió las cualidades del DT que le permitió cumplir su sueño. “Me sorprendió la simpleza que tenía Menotti para hablar, para desarrollar el juego. El Flaco es una persona que te da mucha confianza, te explica muy bien el juego, sabe bien adónde le puede rendir cada jugador. Tiene mucha claridad. En lo humano también se portó muy bien. Siempre nos preguntaba si estábamos bien, si estábamos cómodos. Siempre estuvo preocupado por el jugador para que pueda rendir lo mejor posible”.
Menotti renunció al poco tiempo. Al año siguiente el entrerriano ganó más terreno con Marzolini en el banco de suplentes. Conformó el 11 inicial en un cotejo disputado en La Bombonera. Pero los resultados del equipo eran esquivos y la necesidad por celebrar un título se agigantaba.
Boca sumó nombres de catego- rías. Y entre ellos se produjo el regreso de Diego Armando Maradona a la entidad después de 14 años. “Con Maradona compartí casi un mes porque después me fui a jugar a Atlético Tucumán. En ese tiempo estuvimos una semana de pretemporada en el Hindú Club concentrando. Siempre se mostró preocupado y atento con los compañeros y con los más pibes. Nos hablaba mucho, nos aconsejaba. con nosotros se portó de 10. Tiene una humildad terrible, más allá de lo que representa”, relató Bogado.
El paranaense mantiene una deuda pendiente de esos tiempos. “Lo único que lamento fue no haberme sacado una foto con Diego”, confesó. “Es una persona que está permanentemente con la gente encima y para no molestarlo y no cansarlo no le pedí nada. Me quedó el recuerdo de haber entrenado con él, haber compartido una concentración y haber recibidos consejos”, des- tacó.
Después de esa experiencia el Tata no volvió a cruzarse en el camino de Pelusa. “Lamentable- mente no lo vi más. Me hubiese encantado. Eso sí, cuando lo vea le voy a pedir una foto porque es una deuda pendiente. De todos modos me quedó un lindo momento que lo llevo conmigo”, valoró.
Tras su salida del Xeneize Bogado escribió su carrera en el ascenso con buenos desempeños. Integró los planteles de Atlético Tucumán. “Teníamos un gran equipo. Jugaban Pedro Monzón, Alfredo Graciani”, enumeró. Luego se sumó a Aldosivi de Mar del Plata. “Perdimos la final por el segundo ascenso ante Belgrano de Córdoba. Quedó la bronca porque el entrenador no formó el equipo como debía hacerlo”, disparó.
Su trayectoria continuó luciendo el escudo de San Miguel, Atlético Rafaela, San Telmo, Independiente Rivadavia de Mendoza, Defensores de Cambaceres y Cañuelas .
En 2008 Bogado se retiró de la práctica profesional. Desde 2010 se sumó a la estructura del Club Camioneros, donde trabaja en la Secretaría de Deportes de la entidad y donde también despunta el vicio en el campeonato de la División Seniors. También sueña con volver a cruzarse con Diego, para saldar la deuda pendiente.