Argentina apostaría por el esquema que más le rindió en el Mundial de Qatar 2022, una variante que le da recursos al equipo de Lionel Scaloni. En la zona media, la amplitud por las bandas parece una necesidad. En el centro, la idea de igualar a los mediocampistas de Francia, una obligación. En defensa, el concepto de hacer buenas iniciaciones, un posible encuentro con jugadas favorables. Con cinco en el medio, la superioridad numérica es una tentación que parece difícil de evadir.
¿Argentina forma con un 3-5-2 para la final?
Argentina entrenó pensando en Francia
La victoria de Francia ante Marruecos por las semifinales del Mundial de Qatar 2022 dio algunos indicios sobre cuál sería la forma más conveniente para la Selección argentina en la final, el próximo domingo, en Lusail. El 3-5-2, sistema que Scaloni usó durante todo el torneo (a partir del encuentro con México, la repitió ante Polonia, Australia y Países Bajos, donde arrancó plantado así), parece encajar perfecto.
El gran beneficio parece estar por las bandas. En ofensiva, Francia juega con cuatro defensores, dos volantes centrales (Tchouameni + Rabiot o Fofana), un jugador libre (Griezmann) y tres delanteros (Dembele, Giroud y Mbappé). Ese esquema se rompe en el aspecto defensivo.
En el retroceso, Mbappé se pone a la altura de uno de los centrales y Giroud va con el otro. A diferencia de Dembele, el crack del PSG casi nunca hace un retroceso por banda. Entonces, en defensa y sin la pelota, Francia queda en el medio con Dembele, Tchouaméni, Rabiot.
Griezmann, por su parte, intenta ubicarse tapando la salida del volante central (aunque Giroud queda atento a eso también), pero algunas veces él o Rabiot (o Fofana) hacen el corrimiento a la izquierda. Por momentos, queda un 4-4-2 y otras veces un 4-3-1-2.
Así, los tres del medio de Argentina (De Paul, Enzo y Mac Allister) deberán luchar mano a mano con Tchouaméni, Rabiot y Griezmann, un peligro total porque se va moviendo libre y buscando espacios.
Cuando Marruecos jugó con tres en el fondo, Mbappé se tiró al centro para jugar mano a mano con el central derecho, cerca de Giroud. Por la izquierda le quedó la banda libre a Hernández, que llegó muy bien al gol en una de las primeras jugadas del partido. Mbappé estiró y pidió a esas espaldas, pero no tanto por fuera.
Ahí está la zona donde la Selección argentina puede aprovechar. Banda derecha. Buscar superioridad con Molina (ya lo hizo muy bien ante Países Bajos, incluso dejando de lado el golazo en el primer tiempo) y sacar ventaja de esos momentos en los que el conjunto de Deschamps comienza a replegarse. Por el otro costado también se puede aprovechar: Dembele hace la tarea de regresar pero no le gusta para nada marcar. Entonces, un duelo agresivo contra él puede generar frutos.
En defensa, Romero y Molina se repartirán a Mbappé, mientras que Otamendi tendría su lucha con Giroud.
Aunque se le lesionaron al menos cinco jugadores de enorme nivel (Benzema, Kante, Pogba, Kimpembe, Nkunku), Francia es el equipo con mayor jerarquía individual en el Mundial Qatar 2022 (una competencia a la que solo podía asistir Brasil).
Tiene un arquero de experiencia y calidad, dos centrales top (uno joven, Upamecano, uno con oficio, Varane), probablemente el mejor volante central del Mundial (Tchouameni) y...los de arriba. Griezmann, el cerebro. Giroud, el goleador y forjador de jugadas. Dembele, el desequilibrante. Mbappé, la estrella.
Pero eso no quiere decir que no sea un equipo con algunos vicios, con falencias, con situaciones para aprovechar.
En la final de la Copa América 2021, contra Brasil, Ángel Di María llegaba con algunas molestias físicas. La noche anterior al partido, en la concentración, Lionel Scaloni se le acercó y le dijo: "Este partido es para vos". Fideo jugó a un nivel alto, marcó el histórico gol y se colgó la medalla de campeón, su primer título después de más de diez años como jugador de la Selección argentina.
El factor Di María pesa y es probablemente lo único que haría dudar a Scaloni. En el 3-5-2 no tiene lugar. En el 4-3-3 sí.
Porque es un histórico. Porque es desequilibrante. Porque sabe jugar finales. Pero una contractura lo tiene a maltraer desde el partido con Australia, por la que perdió mucha acción: ingresó a los 106 minutos del encuentro ante Países Bajos, pero se notó que todavía le faltaba. Le costaba explotar.
Lo procesará y ejecutará Scaloni. Tras el partido con Croacia, Messi elogió la planificación que el cuerpo técnico había hecho sobre el partido. Hasta ahora, salvo el golpazo frente a Arabia Saudita, el entrenador siempre acertó. En la final tendrá su decisión más compleja pero, sentado en una base que Francia no posee: la Selección argentina tiene más de una manera de jugar, más de un recurso, más de una forma.