"Un techo para ellos": Fabrica cuchas comunitarias para que los animales de la calle tengan donde refugiarse
Querer un mundo mejor para los animales puede ser posible si, de a poco, comenzamos a tener gestos solidarios como los que tiene Andrea, una vecina de Colonia Avellaneda que fabrica cuchas comunitarias de madera, con bolsas de alimento para mascotas, cintas, clavos y cola vinílica para refugiar a perros callejeros.
Caminando por distintos lugares de Paraná y Colonia Avellaneda, se pueden observar coloridos habitáculos cumpliendo la función de refugio animal. En la parte delantera hay un orificio oficiando de puerta por donde entran y salen los callejeros a su antojo. Con pintura están marcadas las manos de Andrea que trabajaron en la realización. También se puede leer su nombre y un número que hace referencia a la cantidad de casitas que se va realizando. Hoy ya son 43.
Una mujer súper sencilla, intenta encontrar adjetivos para describir el amor que siente por los animales. Difícil tarea porque ya utilizó todas las definiciones posibles, “amante de los animales” así me defino; dijo a UNO. “De ellos y sus derechos. Me llena de vida saber que los ayudo con una cucha para que puedan pasar mejor momentos de frío o la lluvia”, contó mientras recordó sus inicios en la fabricación de cuchas: “todo empezó cuando falleció mi mamá, centré mi cabeza en ayudar a los sin voz y logré transformar el dolor de la partida”.
Fabricar cuchas de madera es una de tantas maneras de ayudar, en vez de caer en la indiferencia y mirar para el costado. Pero Andrea no sólo tiene este gesto, además, ayuda a callejeros con un plato de comida, los asiste si necesitan atención veterinaria e intenta ubicarlos para que puedan tener un hogar; aunque mayormente esta ultima acción suele no completarse del todo. Actualmente tiene ocho rescatados en su casa y siete custodiando su puerta. “Me encariño muy fácil y no los puedo dejar ir” dice.
Sus mascotas ladran fuerte, parece que compiten entre sí, pero no están enojados; cuenta su dueña, quien intenta describir una situación cotidiana: “Están excitados, como cuando volvés a tu casa después del trabajo, así de contentos”.
Sin trabajo
Evidentemente ella contagia su alegría de estar contando lo que ama hacer. Andrea está feliz aunque actualmente atraviesa una situación económica complicada, hace tres meses se quedó sin trabajo. Esto la llevó a vender a precios accesibles cuchas a particulares. “Las ventas son sólo a animales con dueños, muy baratas, de ese dinero saco para los clavos, la cola y la cinta. Desde un principio, las pequeñas casas se crearon con el objetivo de donarlas y hasta hoy sigue siendo un proyecto sin fines de lucro” aclaró.
Andrea actualiza su pagina de facebook (Un techo para ellos) constantemente con fotos de las cuchas pero también hace publicaciones de perros callejeros con la esperanza de lograr su adopción. Todo tipo de historias se pueden leer, algunas más felices que otras. Del desinterés de algunas personas en ayudar al que más lo necesita, puede surgir la necesidad de otras de hacer todo lo posible por brindarle una vida más digna. Andrea Sosa tiene muchas de anécdotas al respecto.
Cómo ayudar "a ayudar"
En Colonia Avellaneda, más precisamente en la intersección de calles Yáñez Martín y Carlos Gardel sobre la manzana 9, está la casa de Andrea, es la número 13. Allí la conocen todos y encontrar su hogar es muy fácil. Recibe donaciones de madera, clavos, bolsas de alimento o cualquier elemento que pueda ser de utilidad para los animales. También dejó su contacto (343) 155 325 743