La moda circular es una tendencia que está tomando vuelo en la ciudad de Paraná a partir de un cambio en el paradigma de los consumidores, que buscan alternativas más sustentables, sostenibles y económicas.
Moda circular: una segunda oportunidad a la ropa
Por Fedra Venturini
Bajo esta premisa se sostiene Parisina Espacio, un emprendimiento de moda circular donde las personas pueden poner a la venta sus prendas en buen estado para que otro pueda darles una segunda oportunidad de uso. Gina Duarte Valda, de 29 años, fundó este lugar junto a su mejor amiga después de quedarse sin trabajo y allí comparte las variadas prendas que llegan a los percheros y, también, la conciencia por un consumo responsable.
Entre agujas, tendencias y generar contenido
Oriunda de Aldea Brasilera, Gina creció con pasión por la moda: “De chiquita me gustaba coser todo lo que se cruzara por mi camino. Diseñé mi vestido de 15, el de mi recepción, como así también el de mi mejor amiga”, relató a UNO.
Cuando finalizó el secundario, comenzó a estudiar medicina pero la vida la llevó por otro camino. “Dejé de estudiar, hice cursos en la ciudad donde vivía y, al volver a la aldea, comencé a estudiar Diseño de Indumentaria”. Una vez finalizada la carrera, Gina continuó capacitándose y especializándose en moda sustentable, asesoría de imagen y otras áreas de la moda.
“El emprendimiento surgió para juntar dinero, en 2021. El lugar donde yo trabajaba estaba de mudanza para la cual se requería mucho dinero y decidí ayudar de alguna manera. La dueña del local gustaba de comprarse ropa de cantidad y le propuse hacer una feria americana”, contó Gina y detalló que, en un día, logró vender casi el 70% del vestidor de su jefa. Tiempo después, fue despedida junto a su mejor amiga. “Al otro día de quedarnos sin trabajo dijimos ‘no podemos quedarnos así, hagamos algo’. Durante la pandemia hice cursos online sobre moda sustentable y siempre me interesé por ese mundo, así que no dudamos en apostar a algo que nos ayude económicamente y que también sume un granito de arena para un planeta más sostenible”.
Las redes sociales juegan un rol fundamental para Parisina y Gina hizo énfasis en el rol de las plataformas digitales: “Sin mis redes esto no existiría. Es una gran herramienta al alcance de todos y es un primer paso para poder comenzar un negocio. Publico una foto de algo que vendo, doy información y concreto ventas. Lo bueno que tiene es que no sólo generamos eso, sino que también nos da la posibilidad de dar nuestro mensaje como emprendimiento”.
¿Cómo funciona la moda sustentable?
La joven detalló que, en realidad, la moda circular está desde siempre a partir de las famosas ferias americanas. “Eso lo practico desde muy chica, antes de estudiar medicina y de meterme en el mundo de la moda”, manifestó y agregó: “También asistía a ferias organizadas en mi escuela y con el tiempo incursioné y le encontré mucho sentido al hacer circular eso que ya no usás”.
Para dar a las prendas una segunda oportunidad, Gina y su ahora socia realizan la gestión de venta: “Hacemos una preselección a través de fotos, decidimos qué nos gusta, qué se vende. Siempre aclaramos la comisión de venta (40% y 60%), nos alcanzan la ropa al showroom, verificamos el estado y que la calidad concuerde con lo que vimos, procedemos a etiquetar las prendas, generamos el contenido para redes y la tienda online y ¡listo! A la venta”, explicó la emprendedora.
Consultada por las clientas que asisten y se contactan con el showroom, la diseñadora contó a UNO: “Siendo sincera, hay un gran porcentaje que vienen porque les importa aportar algo al medioambiente, pero también están las personas que únicamente les importa vender y generar dinero”. Gina recalcó que siente que aporta algo y se ve “un ida y vuelta”. “A la gente le importa e investiga. Si bien es algo que está bastante en auge, creo que vamos logrando todos los días un poquito más”. Para la emprendedora aún existen prejuicios hacia la ropa de segunda mano, pero aseguró: “no tengo dudas de que es algo que está en crecimiento y va a llegar lejos”.
Asumir riesgos
Gina considera que emprender “es asumir un riesgo para hacer lo que a uno le gusta” y agregó: “En nuestro país nos enfrentamos a muchos frenos en este camino, ya sea porque contamos con muchas trabas para poner en marcha un negocio, no tenemos acceso a financiaciones para apostar a más, ni hablar de la inflación que manejamos y cómo influye en nuestras metas”.
Consultada por sus planes y expectativas a futuro, dijo a UNO: “A corto plazo me gustaría tener mi local que de a la calle, ser más visible. A largo plazo, algo que sueño desde que incursioné en este mundo, es tener mi marca de ropa cuyas prendas estén hechas con telas orgánicas, teñidas con tintes naturales, apostando a lo nacional, al trabajo digno, artesanal”. Además, adelantó que ya tiene un nombre pensado y realizó una profunda investigación al respecto pero “me falta un empujoncito”.
Finalmente, animó a quienes deseen emprender a dar el salto: “La vida que soñás está atrás de tus miedos”, aseguró, “Empezá con algo pequeño, no es necesario tener todo. Amá tu producto o servicio, no tengas miedo de equivocarte, porque de los errores se aprende y eso te ayuda a crecer. Capacitate siempre y no dejes que nadie te diga que no podés”.