Las precipitaciones en la región no impactan en el curso de los ríos si no inciden las aguas que bajan de los tramos superiores de cada cuenca. En ese sentido, hubo una mejora en los niveles de aportes de caudales procedentes de esos orígenes. Aún así, sin grandes variaciones, los leves incrementos permitieron dar un nuevo alivio transitorio a las tomas de agua de las ciudades costeras del litoral del río Paraná, la navegabilidad y, en parte, la situación de los ecosistemas fluviales, castigados desde agosto de 2019, cuando comenzó la extrema bajante, extraordinaria por las marcas que fue dejando, con niveles récords e históricos que no se alcanzaban desde hacía más de 70 años.
Río Paraná: leve repunte y pronóstico de bajante continuada
El fenómeno de La Niña como causal fundamental, detrás del que aparecen el cambio climático, la deforestación y la intervención sobre los cursos de agua provocaron la actual realidad del río Paraná.
En la jornada de ayer, frente al Puerto Nuevo de Paraná, el caudal del río alcanzó los 81 centímetros. Se encuentra en tendencia creciente desde mediados de marzo: el domingo 13 la medición fue de -30 centímetros.
Con el valor registrado ayer, alcanzó una altura que no tenía desde noviembre de 2021.
Según se indicó a UNO, se estima que se mantendrá o crecerá unos centímetros más en los próximos días, conforme las estimaciones del Instituto Nacional del Agua (INA) y la tendencia que se observa en las localidades ribereñas de la cuenca superior del Paraná.
El organismo, en su último informe hidrológico del estado de situación del río Paraná publicado el 21 advirtió que “no se observa una tendencia definida hacia la normalización, a escala mensual. Persiste el escenario de déficit hídrico, si bien en las últimas semanas se observó una mejora por recarga en las reservas en algunas de las áreas fuente. La perspectiva climática no permite esperar una mejora sensible o normalización de la situación hidrológica en la primera mitad del otoño”.
Precisamente, respecto de la estación que recién comienza, las perspectivas tampoco son alentadoras por parte del Servicio Meteorológico Nacional, que considera para el trimestre marzo-abril-mayo 2022, mayor probabilidad de ocurrencia de precipitación inferior a la normal para la porción argentina de la cuenca del Paraná de aporte a Yacyretá. Similar situación se pronostica en territorio brasileño.
Por su parte, el pronóstico de precipitación en la cuenca del río Paraná para los próximos trimestres, según el ente binacional Yacyretá indica:
*Trimestre abril-mayo-junio: en la mayor parte de la cuenca alta no se tiene señal climática clara, por lo que se prevé igual probabilidad de ocurrencia de precipitación normal, superior o inferior a la normal. En cambio, en la mayor parte de la cuenca inferior se prevé probabilidad de ocurrencia de precipitación inferior a la normal (40 a 50%).
*Trimestre mayo-junio-julio 2022: para este trimestre en la mayor parte de la cuenca se prevé probabilidad de ocurrencia de precipitación inferior a la normal (40 a 50%),
*Trimestre junio-julio-agosto 2022: al igual que el trimestre anterior, en la mayor parte de la cuenca se prevé probabilidad de ocurrencia de precipitación inferior a la normal (40 a 45%),
*Trimestre julio-agosto-septiembre 2022: para este trimestre en la mayor parte de la cuenca alta no se tiene señal climática clara por lo que se prevé igual probabilidad de ocurrencia de precipitación normal, superior o inferior a la normal. En la mayor parte de la cuenca inferior se prevé probabilidad de ocurrencia de precipitación inferior a la normal (40 a 45%).
De ese modo, la bajante podría extenderse hasta finales del otoño, totalizando tres años continuos e inéditos de aguas bajas en toda la cuenca del Plata.
Caudales
En términos de caudales, a la altura del complejo Yacyretá, en enero, el caudal promedio fue de 6.600 metros cúbicos por segundo (m3/s). Considerando la serie 1901-2021, este valor de caudal es prácticamente igual al más bajo de la serie verificado en 1928 (6.583 m3/s) y representa el 44% del caudal promedio para el mismo mes (15.151 m3/s).
En tanto que el caudal promedio para febrero fue de 6.600 m3/s. Considerando la serie 1901-2021, este valor de caudal es el más bajo y representa el 39% del caudal promedio para el mismo mes (16.838 m3/s). En segundo lugar, se ubica 1915 (8.400 m3/s).
“La tendencia de valores de caudales registrados está asociada a la persistente escasez de precipitaciones ocurridas en la cuenca del río Paraná aportante a Yacyretá, donde se observaron anomalías negativas”, añade el informe técnico publicado la semana pasada.