Una verdadera noche de terror vivieron cuatro adolescentes el sábado a la madrugada en la ciudad de Concepción del Uruguay cuando fueron perseguidos y baleados por dos policías que habrían dicho como excusa que los confundieron con delincuentes.
Reclaman que se esclarezca el ataque policial a cuatro menores en Concepción
El caso está siendo investigado por fiscalía. Uno de los agredidos tiene 17 heridas de bala de goma. Las familias esperan respuesta de la Justicia
25 de octubre 2018 · 23:02hs
El caso que UNO hizo público en su edición del domingo ocurrió en la zona del Parque Industrial de La Histórica y ya está en manos del fiscal Fernando Martínez Uncal.
Las víctimas del accionar policial tienen entre 14 y 16 años, y el sábado a la madrugada tenían pensado jugar a la play station cuando fueron sorprendidos por un patrullero a los tiros, de los cuales varios impactaron en el cuerpo de dos de los adolescente. La peor parte se la llevó el menor de 14 años que recibió 17 postazos de gomas, mientras que otro de 16 tuvo heridas en un brazo.
Marcela, la madre del menor de 14 años realizó un pormenorizado relato de lo sucedido, a la vez que reclamó justicia. "Ellos estaban en mi casa, que queda a 11 cuadras de donde sucedieron los hechos. Cerca de la 1 se fueron a jugar a la play station a la casa de otro de los chicos porque ellos no salen a bailar ni nada de eso. A una cuadra de la casa, aparece una camioneta de atrás, ellos ven la luz, giran y son encandilados desde el vehículo desde el que le comienzan a disparar. Entonces corren porque piensan que les van a robar y se meten por el garage a la casa donde iban a quedarse. Los Policías disparando se meten atrás hasta que aparece la madre pidiendo que no tiren porque está su hijo", relató la mujer quien hoy se presentará en Tribunales junto a su abogado Adrián Cabrera para interiorizarse del avance de la investigación.
"Mi hijo se llevó la peor parte. Cuando el otro amigo lo quiso defender (tiene 16 años) recibió un balazo en el brazo. Los policías jamás se identificaron como Policías", señaló Marcela que afirmó que los implicados dan una versión de los hechos que no es real. "La Policía intenta dar vuelta las cosas. Ellos se suben a la camioneta riéndose, mientras que los chicos se morían de miedo. Encima llamamos al Comando Radioeléctrico y vinieron los mismo policías. Ahí piden disculpa, ellos dicen que se confundieron con chorros".
La mujer contó que el sábado estuvieron en la seccional del Menor desde las 2 hasta las 7 haciendo la denuncia. "Lo vio el médico policial y le pregunté como cuidarlo y me dio algunos concejos. En la comisaría del Menor nos terminaron atendiendo bien. Hicieron lo que corresponde. Pero la atención fue bastante precaria".
Marcela aseguró: "Como mamá yo no voy a parar. Esta no es la Policía que yo quiero que nos cuide. Si es así, está todo mal. No quiero generalizar. No todos los policías son así. Ellos (por los Policías) generalizan. Ellos hablan de confundir con chorros. Ellos creen que todos son delincuentes y no es así. Habría que rever cómo son las reglas entre ellos para que sean más humildes. Desde el accionar de un Policía hasta cuando va uno a hacer una denuncia".
El caso ocurre justo en un momento en que los casos de abuso policial están en notorio crecimiento, según señalaron los organismos de Derechos Humanos tras la muerte de Gabriel Gusmán, homicidio acontecido en el barrio Capibá de Paraná que está bajo investigación. Si bien ese hecho se podría enmarcar en la legítima defensa.
Es más, la situación hizo recordar al hecho sufrido por el vecino uruguayense Jorge López en el año 2015 y que se encuentra en un largo proceso judicial.