Habían pasado más de dos meses del asesinato de una mujer en la ciudad de Chajarí, y el principal sospechoso estaba libre, tal vez pensando que había quedado fuera de la mira judicial. Sin embargo, en este tiempo desde el femicidio de Soledad Monje y los allanamientos en la casa de Juan Ramón Vilche, hasta ayer, se tomaron varias medidas, tanto de índole científica en la búsqueda de rastros como investigativas, con escuchas telefónicas. Por esto, con numerosos indicios, el fiscal Gustavo Confalonieri ordenó la detención del sospechoso, y hoy lo imputará.
Los indicios y las escuchas telefónicas por las que detuvieron al acusado del femicidio de Soledad Monje
Dos meses después del asesinato de la mujer en Chajarí, se ordenó el arresto de Juan Ramón Vilche, quien hoy será imputado por el fiscal
6 de febrero 2019 · 13:52hs
El crimen de género ocurrió a principios de diciembre en la localidad del Departamento Federación. La mujer salió de su casa el sábado 1° a la noche, con su hija de 3 años. Unas horas después la niña fue hallada deambulando en la calle. Se inició la búsqueda de Soledad hasta que fue encontrada sin vida en la banquina de un camino al norte de Chajarí, por Colonia Brambilla, el domingo a la mañana, y su muerte databa de 10 horas antes.
Según se sospecha, el asesino mató a la mujer, luego subió a la niña a un vehículo y la abandonó en una esquina.
La autopsia determinó que Monje fue ultimada a puñaladas, por lo que los investigadores consideran que debe haber quedado tal rastro en varios lugares, si fue asesinada en un lugar y luego trasladado su cuerpo hacia el camino vecinal donde descartó el cuerpo.
El martes siguiente, la Policía local junto a personal de la División Homicidios (Dirección Investigaciones) allanó el domicilio de Vilche, en el barrio Angelita Tagliapietra. Allí incautaron un auto Ford Falcon blanco, el cual habría sido visto en inmediaciones de los lugares donde habría circulado el asesino, y que aparecería en cámaras de vigilancia, pese a que el dueño dijo que hacía como dos meses que no lo retiraba del lugar donde estaba.
Esta versión que el sospechoso dio públicamente en medios locales fue desmentida por una pericia realizada por un mecánico, quien estableció que el vehículo tenía nafta y reunía características propias de un auto en uso. Asimismo, en el auto se levantaron rastros genéticos, tales como pelos y manchas que podrían ser de sangre. Todo fue enviado al laboratorio de genética forense del STJ.
Además, según se informó a UNO, habría una prueba clave: una zapatilla secuestrada en su vivienda tenía sangre, y el análisis de la evidencia en Criminalística arrojó positivo para sangre humana.
Ayer se indicó a UNO que la orden de detención obedeció a que se logró reunir una cantidad importante de indicios, por lo que se dio a entender que aún no se cuenta con prueba directa, como prendas de vestir, rastros genéticos contundentes ni testimonios presenciales. No obstante, además de los indicios hay grabaciones de conversaciones telefónicas del acusado que podrían resultar comprometedoras.
Ahora la familia de la víctima, que esperaba una respuesta, tiene renovadas esperanzas de que se haga justicia.