Malvivientes aprovecharon el receso escolar de invierno para ingresar a la Escuela Privada Nº 22 San Antonio María Gianelli, ubicada en el barrio Anacleto Medina. Durante la semana pasada, habrían violentado el edificio al menos tres veces.
Delincuentes robaron y causaron destrozos durante las vacaciones en la escuela Gianelli
El psicólogo Pablo González, integrante del staff educativo de la institución, dialogó con 97.1 La Red Paraná y señaló que la comunidad se enteró de lo sucedido recién ayer, cuando retomaron las actividades.
“Nos enteramos ayer y les informamos a algunos de los padres, como hubo paro hubo pocas aulas con docentes. Pero los padres que asistieron a acompañar a sus chicos se encontraron con las puertas de las aulas rotas a patadas, los armarios y los vidrios rotos. Además, se robaron el equipo de música y el parlante”, precisó.
Además, señaló que los delincuentes habían aprontado otras cosas para llevarse pero por algún motivo no lo alcanzaron a hacer. “Parece que entraron tres o cuatro veces durante los últimos siete días. Entraron y salieron con tranquilidad, porque en esta institución solamente están cuatro hermanas, que justo habían viajado”.
Por otra parte, González se refirió a la difícil situación por la que atraviesa la institución y los riesgos a los que están expuestos los 430 estudiantes que concurren a la escuela Gianelli.
“Si bien estamos un barrio de riesgo, muchas situaciones de robo y droga, a esta institución ingresaron a robar tres veces en treinta años. Y ahora, en una semana entraron más de tres veces. La situación es crítica y lo venimos diciendo desde hace más de un año; tanto en Anacleto como en Gaucho Rivero. Con la Red Creer estamos trabajando con las Defensorías de la Nación y del Municipio, ellos están haciendo su trabajo, pero la realidad es que no alcanza, necesitamos más apoyo político”, manifestó.
Por otra parte, señaló que se trata de una escuela que está en situación de riesgo y tiene un cargo de psicólogo por ese motivo, “pero, por el otro lado, recibe sólo el 8% de sus ingresos de parte del Estado. Entonces es una contradicción”.
En este sentido, resaltó que por falta de recursos, “se cerró lo que era EGB3. Ahora los chicos pueden venir sólo hasta el sexto grado. La mayoría de los chicos no van a otro barrio ni al centro para continuar sus estudios, este es su lugar de pertenencia”.
Finalmente, expresó que “Desde hace tres años vemos que los chicos ahora comienzan a drogarse no a los doce, sino a los seis años. Así como antes terminaban la escuela a los 16, ahora lo hacen a los once. Un chico que queda fuera del sistema educativo a tan temprana edad, deja de ser un niño tempranamente. El Estado deja de estar con estos chicos cuando llegan a los once años, y lo que va a pasar es que vamos a tener más chicos en la calle, drogándose”.