Luego del megaoperativo policial que el lunes desbarató una banda que asolaba al barrio Los Pájaros y alrededores, en la zona noroeste de Concordia, los 16 detenidos quedaron desde este viernes con prisión preventiva durante el plazo de 90 días. Todavía quedan cuatro prófugos y además hay un menor imputado.
Banda violenta de usureros: preventiva y video de allanamiento
El sitio Diario Río Uruguay informó que el juez de Garantías Darío Mautone dictó la medida cautelar para todos los integrantes de la mega banda que fueron capturados tras una veintena de allanamientos concretados en la madrugada del lunes, en el marco de la investigación que fue llevada adelante por más de seis meses por la División Criminalística de Concordia bajo las directivas del fiscal José Arias, pero que en un principio fue iniciada por el exintegrante del Ministerio Público Fiscal, Francisco Azcué.
Tal como ha informado UNO, la banda criminal de Concordia otorgaba créditos, se quedaban con las tarjetas de planes sociales, extorsionaban, baleaban y quemaban las viviendas de los deudores y hasta les vendían drogas a los mismos que pedían prestado desde 500 pesos.
De esta manera, tras la resolución del magistrado, las personas que deberán cumplir la medida establecida son: Carlos Fernando Cabaña, Arturo Gabriel Cabaña, Claudio Emanuel Cabaña, Carlos Fabián Basualdo, José Jorge Ojeda, Alberto Fabián Ojeda, Edgar Hernán Martínez, Eduardo Ariel Cisneros, José Alberto Báez, Claudio Ramón Cáceres, Alfredo Benítez y Jonathan Uzin. El menor de edad quedó con otras medidas de restricción.
Mientras que Cristina Menga, Johana Almirón y Verónica Garay, recibieron 45 días de prisión preventiva pero bajo la modalidad domiciliaria por tener hijos a su cargo.
Además, de las 16 personas que cumplirán la prisión preventiva otorgada por el magistrado, se encuentran prófugos y con pedido de captura, el líder de la banda Carlos Gabriel Cabaña, Cristian Petruzzi, Nelson Petruzzi y Mariano Ezequiel Vallejos.
Los delitos imputados son Asociación ilícita, concursados con intento de homicidio, robo calificado, extorsión, usura calificada, abuso de armas, lesiones y amenazas calificadas.
El principal mecanismo de la organización delictiva consistía en prestarles dinero a las personas, desde 500 hasta 20.000 pesos, les retenían las tarjetas de cobro de planes sociales y les pedían las contraseñas. Al que no llegaba a pagar los créditos con intereses elevadísimos o a quien le cambiara la contraseña a la tarjeta, los visitaban en sus domicilios a mano armada, los amenazaban y baleaban.
También, como ha ocurrido en distintos barrios de la provincia, esta banda atemorizaba y asaltaba las casas donde vivían mujeres solas para quedarse con esas viviendas. Se fueron ampliando al negocio de las drogas y las armas, con cada vez más colaboradores, entre ellos menores de edad. Les tenían terror y nadie quería denunciarlos.