Catsa es un club que lleva pocos años de vida, y a fuerza de trabajo a pulmón creció en la práctica de sóftbol y ahora con los veteranos de fútbol. La entidad se encuentra en la zona del Seminario de Paraná, tiene un campo que costó y mucho, pero por estos días sufren constantes robos que hacen preocupar y mucho a las familias vinculadas a la institución, que alberga a muchos chicos de los barrios aledaños. En el club se practica sóftbol con seis categorías formativas y también fútbol de veteranos. Pero se podría decir que es netamente del bate.
Sóftbol: Catsa, un club que ya no resiste más robos
Catsa ha sido formador de muchos jugadores de Primera División que han vestido la casaca nacional y sigue siendo unos de los clubes llamados semilleros.
En la actualidad cuenta con 270 socios activos que dan una mano para seguir peleándola. Pero esta lucha se viene abajo cuando sufren robos que afectan completamente la vida de la entidad. Le han sustraído en varias oportunidades cables de luces y que no permiten practicar hasta la noche y tampoco dar seguridad en una zona en las afueras de la capital entrerriana.
Diariamente asisten los chicos y chicas divididos en seis categorías de sóftbol. Las mismas son Preinfantil, Infantil, Cadete, Cadete Mixto, Primera División Varones, Primera División Varones y Lanzamiento Lento.
Ahora la idea es incorporar la categoría Juvenil, que no ha tenido un plantel por este tiempo, pero con los robos todo es cuesta arriba para los dirigentes y jugadores.
La postura de la dirigencia es hacerse escuchar ante un reclamo por seguridad y que temen por sus chicos.
La vicepresidenta María Teresa Tita Deganutti habló de la problemática que llevan adelante en la entidad que está en la calle Monseñor Abel Bazán y Bustos de la ciudad de Paraná.
“Lamentablemente tenemos muchos robos. Desde fines del año pasado no han robado prácticamente cinco veces. Nos han sacado 70 metros de cable; nos rompieron y robaron el medidor de la luz ya dos veces. Nos sacaron las térmicas y los disyuntores; también parte del alambrado de la cancha. La verdad ya no sabemos qué hacer”, dijo.
Luego la entrenadora y ahora dirigente de la entidad comentó: “El club subsiste como puede. Contamos con pocos chicos en el sóftbol y también algunos socios en los veteranos del fútbol. Somos pocos lo que estamos en el club porque no avanzamos y estas cosas menos nos dejan avanzar”.
“Desde 2009 estamos como club. Y ya no sabemos cómo hacer y seguir; por eso damos a conocer lo que estamos pasando por estos robos en este club. No contamos con luz en la calle (Monseñor Abel Bazán y Bustos) ya que no vienen a arreglar la luminaria. No contamos con una custodia policial que pase mirando el lugar”, aseveró la trabajadora del sóftbol de Paraná.
“El club cuenta con 270 socios con un cuota muy barata porque no podemos cobrarles mucho. Los chicos que vienen al club son de clase media para abajo y no podemos cobrarles una cuota muy cara. Y algunos son tres o cuatro hermanos y la verdad no pueden. La mayoría que podemos damos una mano. Pero después es imposible para muchos”, comentó Deganutti.
En cuanto a la cantidad de jugadores dijo: “El sóftbol cuenta con las categorías de Preinfantil, Cadete, Cadete Mixto, Primera Masculina, Primera Femenina y Lento. Y estamos por incorporar la Juvenil Masculina.
“Todo nos cuesta y queremos hacernos escuchar para encontrar alguna solución a este problema de los robos constantes”, manifestó Tita, que busca que el club este bien ante todo.
Catsa es un club que trabaja por el bien del sóftbol, que vive una dura realidad que es para muchos igual.
Ahora buscarán respuestas en las autoridades municipales, provinciales o las que correspondan para poder seguir practicando con orgullo un deporte dignamente.