En la continuidad de entrevistas con los futbolistas campeones del mundo con la Selección Argentina, Lisandro Martínez pasó este sábado por la pantalla de TyC Sports, donde habló de uno de los temas por los que se convirtió en protagonista de los últimos días: el palo santo y los sahumerios que llenaban de humo la concentración Albiceleste en Doha.
Lisandro Martínez y la explicación del palo santo
Fue Rodrigo De Paul el que destapó la olla en la nota que dio con TyC Sports en la semana, donde reveló que uno de los que tenía una cábala era Lisandro Martínez. "No es nada del otro mundo, pero yo salía al pasillo y había un humo... Eso te voy a decir, nada más", dijo desde Madrid. Y Licha contó hoy con lujo de detalles cómo nació todo eso.
"Cuando llegamos a Qatar, no sé si por el aire acondicionado o qué, primero caí yo. Estuve tres o cuatro días en cama, con fiebre, dolor de garganta, no podía hablar. Y lo llamé a Marito (Di Stéfano, el utilero) y le dije: 'Tráeme palo santo, sahumerio'. El Cuti me cargaba mucho...", narró al principio desde Manchester.
Y explicó: "Para mi es un estilo de vida, tratar de encontrar el equilibrio que es muy importante en el fútbol. Pasamos por miles de emociones, vivimos a mil y uno cuando está en casa o en el club, hay que tratar de encontrar ese equilibrio energético. Fuimos a una universidad donde va mucha gente, y vos no sabes con qué energía se encontraba todo eso. Capaz que había energías que inconscientemente nos contaminaba".
Lisandro Martínez y cómo nació la historia del palo santo en la concentración
Una vez que tuvo el palo santo en su poder, comenzó con la limpieza: "Primero empecé en la habitación, y después lo hicimos en todos lados. Teníamos el hábito de despertarnos, prender el palo santo, el sahumerio, salir al balcón, donde pegaba el sol... Y agradecíamos, visualizábamos, queríamos la copa del mundo todo el tiempo", sostuvo.
Después de un par de días, de la habitación se trasladó a todo el sector argentino de la Universidad de Doha: "Más adelante, yo empecé a poner en el pasillo, porque si por ahí pasaban todos, había que cambiar esa energía".
Lisandro Martínez y el ritual secreto en la concentración de la Selección Argentina
El humo del palo santo y los sahumerios eran evidentes y todos se terminaron enterando a la larga de los rituales de Licha junto a Cuti Romero y Nahuel Molina. Sin embargo, Martínez reveló hoy que hizo algo más en busca de cambiar las energías del plantel y pocos se enteraron de eso...
"Un día estábamos en la pieza y saltó Moli (Molina) y dijo: 'Hay que conseguir una cabeza de ajo para las malas vibras'. Pedí la cabeza de ajo y la puse en la sala de juegos, un punto estratégico donde estábamos todos, cosa que nadie lo vea y casi nadie supo", contó el defensor.