Falta Messi. Pero está él. Su Ángel. El de la Selección. El Ángel de La Paz. El que lo sigue en jerarquía suprema. El que lo sucede con la cinta de capitán. El que lo reemplaza en el juego. ¿No está el 10 para asistir? Bueno, está el 11 para hacerlo. Y por partida doble, en un tiempo y en los 3.600 metros del Siles. Sí, alto partido de Ángel Di María. Altísimo.
Ángel Di María: "La altura es psicológica"
"Hicimos un partido perfecto, no cometimos errores, no nos hicieron goles y convertimos cuando teníamos que convertir", dijo el rosarino, que fue una de las grandes figuras y que logró, también él, vencer a los 3.600 metros del Siles: fue su primera victoria ante Bolivia en La Paz.
Fideo no es Messi. Pero, justo en esta ocasión, vale el juego de palabras: está a su altura. Es el otro mega crack de la Selección. El que nunca te falla. Goleador en las últimas tres finales, ya dejó su nombre en los libros sagrados de la Selección Argentina (porque habrá que sumarle el que también hizo para el Oro en Pekín). La cuestión es que esta vez, en La Paz, volvió a ser fundamental. No la metió, pero cómo asistió.
Primero, le tiró un centro-pase a Enzo, para que defina casi entrando como nueve en el 1-0. Y luego, metió un tiro libre exquisito a la cabeza de Nicolás Tagliafico, para el 2 a 0 a Bolivia, todo en 45 minutos de una función de antología en la altura. Donde a todos les cuesta jugar y respirar, la Selección tocó, brilló, convirtió. Y todo, de la mano de Angelito, siempre con aportes decisivos.
Tras tres visitas en las que no pudo festejar con la Selección (no estuvo en el triunfo del 2020), Fideo habló de cómo vivió el partido, en el que el campeón del mundo derribó un mito: "La altura se siente, pero es psicológica, nada más. Estoy muy contento, merecíamos un triunfo así. Y estoy más que feliz porque a Dibu no le hicieron goles", destacó.
Tan bueno fue su partido, que en el segundo tiempo, con las piernas cansadas y sin aire, siguió haciendo diferencia. De una buena combinación suya con Julián, en el segundo tiempo, casi llega el 3 a 0. Tras su pase, Álvarez remató y la pelota dio en el palo. Fundamental para jugar y para hacer jugar, hasta tuvo su propio gol, en un disparo de media distancia que le tapó Viscarra abajo.
La emoción de la cinta y la ausencia de Leo
"Me emociona llevar la cinta de capitán. Es algo lindo para mí. Aunque más lindo fue cuando me la entregó Leo (ante Ecuador, cuando pidió el cambio), que el mejor de la historia le pase la cinta es un orgullo", destacó de eso que sintió al verse con el brazalete de su amigo el 10.
Y luego, habló de la ausencia de Messi. "Leo intentó hasta el último día, pero tenía una molestia y era mejor no arriesgar. ¿Si me sorprendió que la gente de Bolivia nos apoyara? Es imposible que no amen al argentino si tenés al mejor de la historia", dijo en referencia al 10.