Un incendio de pastizales de grandes proporciones se registró el miércoles por la tarde en las inmediaciones del banquito San Andrés, frente a Estación Fluvial cercana a Rosario, situación que mantiene en vilo a los habitantes de la zona y a los responsables de los paradores turísticos de las islas. Prefectura Naval intervino de inmediato, pero el fuego tardaba en ser controlado en su totalidad, aseguraron a La Capital.
Otra vez se incendiaron pastizales en las islas cercanas a Victoria
La quema, que según aseguraron se habría originado “hace algunos días”, recrudeció con mayor fuerza a partir del cambio de la dirección del viento, lo que comenzó a consumir los pastizales cercanos al parador Vladimir.
“El fuego tomó maleza seca y se tornó incontrolable. Por suerte la gente de Prefectura actuó de manera impecable y sofocó una parte importante, pero aún queda un foco grande que están intentando combatir”, precisó anoche Juan, un isleño que denunció el episodio.
Asimismo, alertó ante la posibilidad de que el fuego siga hacia adelante y alcance la zona de los paradores, donde gran cantidad de rosarinos disfruta la temporada estival. “El problema acá se da porque hay mucha gente que hace asados y no respeta nada”, lamentó el lugareño.
Juan detalló que Prefectura llegó con una bomba y manguera para mitigar las llamas, aunque alertó que la zona es bastante extensa y se torna dificultoso el control del incendio. “Si el fuego sigue hacia adelante, los paradores corren peligro”, se quejó Juan, quien adelantó que los efectivos “tienen trabajo para rato”.
Mientras tanto, desde la ONG El Paraná no se toca lamentaron con preocupación la cantidad de focos registrados frente a la costa local, precisamente en los alrededores del puente Victoria-Rosario.
“Están quemando por muchos sectores en estos días y no van a parar hasta que no quede nada de vegetación”, puntualizaron.
Los alambrados que separan la traza de las islas son cortados y rotos permanentemente por personas que deciden acampar. El fuego incesante y las decenas de caminos ilegales hacia la costa evidencian malos hábitos y falta de controles en un área natural protegida.