Virrey Vértiz y Selva de Montiel, 17.20. Ayer. Dos adultos y un niño descasaban bajo la sombra de un árbol, al lado de una ermita del Gauchito Gil: pequeño techo a dos aguas y muchos trapos rojos. Enfrente el terreno es elevado y en la esquina había, hasta hace unos años, un cartel enorme en el que se leía: "Más Cerca", prometían viviendas sociales –algunos dicen 200, otros 800– y los cables oficiales hablaban de 1.000. Además se iba a construir el edificio para una escuela secundaria. Esos terrenos eran antes del Ejército, hectáreas que se unen con otra gran obra que, aunque lenta, sí está en funcionamiento. Desde hace siete meses –dicen algunos–, un año por lo menos –dicen otros en la zona–, los terrenos comenzaron a ser ocupados.
Ocuparon terrenos que eran para viviendas sociales y una escuela
Años atrás presentaron un proyecto que no prosperó: iban a construir 1.000 casas y una institución educativa en terrenos que antes pertenecieron al Ejército. Desde hace un año hay familias intrusadas, algunas muy humildes y otras no tanto
Por Pablo Felizia
30 de julio 2017 · 06:40hs
Foto UNO/Juan Ignacio Pereira
Foto UNO/Juan Ignacio Pereira
Entre los vecinos, las preocupaciones son varias: por un lado advierten que esa urbanización prometida no va a ser; por el otro, se desganan en la ilusión de contar con una institución educativa por la que tanto pelearon; y por último ven cómo desde hace un tiempo numerosas familias comenzaron a levantar sus casas en esos terrenos del cual esperaban un progreso.
Es que los anuncios habían sido muy grandes e incluían un centro de prevención para casos de adicciones frente a Anacleto Medina y Gaucho Rivero. El edificio se levantó, pero hoy solo queda la fachada y a simple vista no fue más que una obra que quedó a la mitad, con una familia que vive adentro desde hace algunos meses. Allí estaba proyectado el Centro Preventivo Local de Adicciones (Cepla). Desde la esquina de Vértiz y Montiel también se ve la construcción aunque la vegetación propia de la zona tiene más de dos metros.
Uno de los vecinos que peleó por el edificio propio para la secundaria de la escuela Gaucho Rivero, es Mario Abel Hermosid, quien junto a su esposa todavía guardan las carpetas con el proyecto y las decenas copias de las notas que entregaron en Provincia y municipio para alcanzar el anhelo. El vecino contó a UNO que entre las pelotas que se tiran distintos organismos, junto a un grupo de padres pidieron audiencias que nunca se concretaron: "Lo que falta es una decisión política", definió el vecino con humildad y sencillez, pero sin perder la firmeza.
En 2014, un parte oficial de la comuna fue claro y contundente. La urbanización pronta a licitarse iba a ser realizada por el Programa de Desarrollo de la Infraestructura Social en Entre Ríos (Prodiser) con una inversión de 50 millones de pesos.
Entonces anunciaron que contaría de cinco etapas de 200 viviendas cada una, 1.000 lotes, una escuela, dos jardines; un destacamento policial; tres plazas verdes y públicas, un polideportivo, dispensario y salones vecinales.
Pero las viviendas que ahora hay construidas en esos terrenos están lejos de esa propuesta. La mayoría son humildes, puras chapas en lugar de paredes y techos. Solo de mirarlas un poco, uno se da cuneta de inmediato la necesidad que hay de viviendas dignas y aunque esta afirmación no justifica la intrusión, en este caso, la ocupación es en un lugar donde les habían prometido techos de verdad.
Pero también habrá que decir que hay otras viviendas, en el mismo lugar, realizadas con materiales, con ladrillos y algunas buenas aberturas, con acondicionadores de aire y televisión digital; y en estos casos, la ocupación parece estar más cerca de la viveza que de la necesidad.
No hace mucho que estas casas precarias comenzaron a levantarse. Al costado, sobre la continuidad de Montiel o sobre Vértiz, hay un basural en toda la traza, y ya como chatarra, hay por lo menos tres autos desarmados y tirados sobre una vereda que no existe. Muy lejos de ahí, pero en el mismo terreno, sobre General Espejo se levantan varios edificios como parte de otro proyecto que también inició por aquellos años, pero hoy continúa.
Virrey Vértiz y Selva de Montiel, 17.20. Ayer. En el vértice de las barriadas; entre calles de tierra y basura, alguien levantó una ermita a dos aguas y con trapos rojos. Más de uno llega cada tarde a rezarle por las necesidades urgentes al Gauchito Gil.
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Arreglaron la cloaca de Montiel e Itatí
En Selva de Montiel, hace 15 días, había una tapa de cloaca que no paraba de verter agua servida. Era en cercanías a la intersección con Virgen de Itatí.
Los vecinos de la zona habían hasta perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba así: abierta y como una fuente en el medio de la traza. Por la pendiente, el agua marrón y con malos olores seguía la inclinación en un charco de varios metros de diámetro.
Por suerte, desde la comuna se hicieron eco de la problemática que UNO dio a conocer semanas atrás y resolvieron el inconveniente; ayer, la calle estaba seca y la tapa puesta. Los vecinos agradecieron.